Ayer recibí por whatsapp el
texto de más abajo. Al principio pensé que se trataba de una inocentada que
llegaba con retraso. Pero no. Y aunque pueda
parecer lo contrario, es altamente significativo y creo que marca un antes y un
después en el recorrido del Procés: el
tránsito de la farsa a la fase superior del esperpento. O esto o alguien se ha pasado de la raya
estas fiestas con substancias psicotrópicas. Ahí va el texto.
4/1/17, 21:39 - Xose Díaz: MOLT IMPORTANT FER-HO CÓRRER!!
ALERTA! El jutge Vidal destapa en una conferència a
Granollers part dels plans secrets del govern per la independència. QUE CORRI
QUE ANIMARÀ LA TROPA!!
Conferència senador/jutge Vidal ahir a Granollers.
Per carregar bateries els que creiem en
l'independència. Això és imparable i a Madrid ho saben. Seguim ferms. Tot està
quasi llest (85-90% fet): 31 comissions, treballant en 19 àmbits diferents sota
supervisió d'en Pi Sunyer (ex vicepresident del Tribunal Constitucional, no ho
oblidem).
A partir del febrer (de l'aprovació dels pressupostos)
tot s'accelerarà i començarem a tenir més informació del que s'ha fet durant
tot aquest temps. Una dada, pels indecisos: a partir de l'endemà de la
proclamació d'independència l'ingrés mínim per a tothom (aturats, pensionistes,
pirmi, viuetats, etc...) serà de 1.000 €. Els estudis econòmics estan fets pel
Col.lectiu Wilson (catedràtics catalans d'aquí i d'arreu del món i empresaris
de prestigi) i estan avalats per, com a mínim, tres institucions internacionals
serioses, poc sospitoses de ser amigues, com el Deutsche Bank.
Els números surten, i surten bé. Actualment, Espanya
està en el 14è lloc dels 28 estats d'Europa quant a renda per càpita i resta
d'indicadors econòmics. Catalunya estarà en el lloc 8è si obté l'independència,
i Espanya baixarà fins el 21è lloc. Que se sapiguen aquests números, ja que
tenen a veure, perquè ajudaran a resoldre-la, amb la pobresa energètica i de
milers d'avis del nostre país. No lligarem els gossos amb llonganisses, que
consti, però disposarem de més diners, els que no aniran a Espanya, i
fiscalment també volen ser més contundents en la lluita contra el frau.
MÉS: Hi ha un país, no Europa, no es vol dir, no
especialment pro-Espanya, que està disposat a financar-nos per si el govern
d'Espanya talla l'aixeta del finançament sense voler negociar. Són negocis, ens
prestaran i els pagarem interessos. I en tenen molts, de diners.
MÉS: en el referèndum que hi ha d'haver, perquè així
ho exigeixen els països amb els quals s'ha contactat, i que ens reconeixeran
quan sigui el moment, la participació mínima hauria de ser del 60%, assolible.
Els vots a favor del sí, aleshores, n'hi ha prou amb la meitat + 1. Hi ha 31
països dels 194 de l'ONU, que ens reconeixeran l'endemà, si es guanya el
referèndum (que se celebrarà sota supervisió de 500 observadors internacionals,
tots persones concretes que estan llestos ja des d'ara per participar-hi).
MÉS: disposa ja, el parlament, del cens electoral i en
un any màxim els residents a l'estranger podran votar electrònicament. Més, pel
pagament d'impostos no caldrà que patim per si els paguem a Espanya o a
Catalunya. Ens deslliuraran d'aquest dilema i de les possibles repercussions
penals. Tothom pagarà al banc, i ja està resolt que en virtut de la nova
legalitat catalana, aquestes entitats liquidaran els impostos a Catalunya. No
s'hi oposaran, perquè ells només volen fer negocis.
Bé, família, i parlo pels que voleu la independència,
hem d'assegurar que guanyarem el referèndum convencent el màxim d'indecisos.
Els contraris no cal, ja s'ho faran.
Podem fer-ho, i fer-ho bé. No hi ha cap motiu per
seguir vinculats a Espanya. Emocionalment sempre ho estarem, però quant a la
resta, millor que ens ho fem nosaltres tot sols.
Bien, muy bien, pasemos al
«análisis» del texto.
Lo primero que cabría destacar es
que los indepes no las tienen todas consigo y que deben ser ciertas las
encuestas según las cuales el número de adeptos va en descenso. También, que
hay consciencia de que la opinión pública percibe todas estas comisiones y
charangas como un comedero para para paniaguados que viven del momio,
mientras al resto de la ciudadanía se la sigue machacando a recortes.
Y es que sólo así se explicaría que
todo un prohombre del independentismo como el senador/juez (sic) Vidal, haya desvelado los planes secretos del gobierno de
la Generalitat para la independencia. Porque digo yo que una vez revelados,
dejan de ser secretos ¿Y no ha pensado el juez/senador que tan valiosa
información puede caer en manos de la pérfida España, siempre al acecho, si se
hace pública? ¿Tan mal está la situación como para que tenga que irse de la boca
con el fin de, como reconoce el propio mensaje, «animar a la tropa» con arengas de este jaez? Claro
que si admitimos que es para darle ánimos a la parroquia, se
comprende. Pero entonces ocurre que si lo reconocemos explícitamente, pasa como con el
efecto placebo: si sé que es mero placebo, deja de surtir efecto. Así que,
bueno, ustedes verán…
Porque aunque se nos informe que todo está a punto para la independencia en un 85-90%, sí parece, ello no obstante, que está cundiendo un cierto desánimo entre las filas independentistas, de ahí la siguiente confidencia: Al día
siguiente de la proclamación de la independencia, se implantará en Cataluña la
renta mínima de 1000€. Esto, se nos dice, está avalado por estudios de
prestigio, como el colectivo Wilson (!) –que son de la casa- y por tres instituciones internacionales, entre las cuales, ni más ni menos, el
Deutsche Bank, al cual se cita precisamente remarcando que su condición de
no-amigo del independentismo le da más solvencia. Aunque delate a su vez que
los autores son conscientes de la nula credibilidad que tienen los informes
«amigos», incluso entre sus propias filas.
Se añade aún más información
«confidencial». Seremos el octavo país de la UE en renta per cápita -¿pero
estaremos en la UE?-; y además, por si alguien lo dudaba, se asegura que el nuevo estado será más contundente en la lucha contra el fraude fiscal.
La inclusión del «más», que se supone que al acentuarlo no va con segundas,
hemos de entenderlo como «más» que España. Y ahí le duele, porque es verdad que
España ha sido muy tibia en la persecución del fraude y la corrupción: ahí
están Millet y los Pujol, sin ir más lejos, riéndose de todos nosotros y
campando a su anchas ¿Es esto lo que nos aseguran que se va a acabar?
Pero hay un problema con la renta
mínima de 1000€. ¿Y si ahora que España se ha enterado, va y decide poner una
renta mínima de 1200€ para contrarrestar, qué pasa? ¿Eh? Filtrar información
tan confidencial es una imprudencia. Se entiende que después de tanto recorte y
privatización, el personal esté mosca y haya que ablandarlo con promesas
avaladas por prestigiosos estudios y revelando planes secretos, pero ahora
España conoce nuestros planes, y esto es peligroso, muy peligroso…
O no tanto, porque nuestros astutos líderes
han pensado en todo. Como no contemplan que España decida implantar una renta
mínima superior para contrarrestar el entusiasmo que suscitaría tal medida,
sino sólo que cierre el grifo dejando a la Generalitat sin un euro, han buscado
financiación en el exterior… Y la han encontrado. Y aunque no nos digan dónde,
el entusiasmo delata una vez más al bueno del juez Vidal: no puede ser sino
China o Quatar –este último ya ha tenido tratos con el Barça, así que… ustedes
verán-. Y nada, que tenemos allí fondos sin límite a nuestra disposición para
ir tirando de tarjeta de crédito. No sé qué quieren que les diga, pero me
parece que además de las substancias psicotrópicas a las que aludía más arriba, alguien está
extrapolando libremente con el juego del «amigo invisible» del día de la cena
de empresa navideña.
Y vamos entrando en materia. Hay 31
países que reconocerán al nuevo estado catalán con carácter inmediato. No se no
dice cuáles, pero queda claro que están con ellos en tratos muy avanzados.
Exigen, eso sí, un mínimo de un 60% de participación en el referéndum, al cual
asistirán como observadores internacionales 500 personas concretas (sic). Es
muy importante la aclaración de que son personas «concretas»; de lo
contrario podríamos pensar que se trata de personas «abstractas», lo cual
podría introducir algún que otro problema conceptual, como que el referéndum
fuera a ser igual de abstracto que las personas que iban a observarlo, o hasta
que incluso los votantes fueran personas abstractas… Pero no, y además, muy
importante, estas personas concretas ya están listas para venir en cualquier
momento. Se pregunta uno si ya estarán también cobrando por el stdby…
Así que manos a la obra. Sólo falta
que participe un 60% en el referéndum y tenemos la independencia. Pero claro,
como los españolazos y los «unionistas» van a boicotearlo, conseguir un 60% de
participación se antoja algo más que un mero trámite. Vamos, que dista mucho de ser
pan comido. Pero hay que hacerlo (el referéndum), porque así lo exigen los
países «amigos». Si no, pues ni haría falta, va el Parlament, proclama la
independencia y ya está… Pero, ya se sabe, hay que guardar las formas.
Aunque complique las cosas el prurito ese del 60%. Porque nadie será tan imbécil como para ir a votar «no»,
sabiendo que con ello aumenta el porcentaje de participación. Y si a la
abstención técnica de siempre le añadimos que los del «no» están, según las
encuestas, entre el 50 y el 60%, pues ahora resulta que, cuando ya lo teníamos
todo al alcance de la mano, crédito, reconocimiento internacional y líderes de
talla, la cosa se va a joder por un quítame allá un 60% de participación…
¿Sería una lástima, verdad?
Y este es precisamente el mensaje
final del texto, que sería una lástima que hay que evitar a cualquier precio.
De ahí la imperiosa exhortación al proselitismo que se les hace a los
convencidos: han de convencer a los indecisos. A los españolazos del «no» no
hace falta, pasando de ellos… si conseguimos el 60& de participación,
incluso mejor que no vayan. Porque de lo que se trata es de que la participación
llegue al 60%.
La verdad, si no fuera por el
esperpento, y por la bendita ingenuidad de tanta gente que está enviando este
bodrio porque se lo cree, uno pensaría que algunos ya están buscando excusas y
culpables. La excusa: Como resulta que, si lo hay, volverá a ser un referéndum barbacoa
–aunque puede que esta vez las urnas hasta sean clandestinas-, no se llegará ni
de lejos a la participación que se han inventado que algunos países «amigos» nos
requieren. Una excusa de doble filo, por cierto, que les permite a unos
levantar el campo y a otros seguir en él con la DUI (declaración unilateral de
independncia), aduciendo que España nos prohíbe el referéndum y que así no hay
manera, pasando de referéndum y proponiendo el salto a la unilateralidad y a lo
que sea… incluso a los cascos azules. Y claro, los culpables: los de siempre,
los «botiflers», los catalanes traidores a su patria… por culpa de los cuales
no fue posible el sueño.
Cuando se está al borde del abismo,
dar un paso hacia delante puede resultar problemático. ¿Esperpento o
exhortación final? Puede que ambas cosas, o puede que ninguna de ellas; tal vez
se quede en un juego de rol, con el problema de que algunos no quieren salir del juego porque
les va muy bien allí dentro, con una realidad imaginada que han conseguido que
un hatajo de incautos se la crea, y que piensen, convencidos, que han
desconectado de España, cuando en realidad han desconectado con su cerebro. Beatus Ille… ¡Santa inocencia!
El problema es que han ido tan lejos que ya no pueden
detenerse y quedarse quietos; o huyen hacia atrás, o hacia adelante. Este es el
problema.
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