Los eximios expertos
educativos del Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya han
decidido suprimir las notas numéricas en la evaluación de los alumnos. A partir
de ahora, evaluación cualitativa, dicen. Podría pensarse que se trata de la
medida de choque propia de un nuevo equipo que llega con la ilusión de aportar
novedades inéditas al sistema educativo catalán con el noble afán de mejorarlo.
Pero no. Es una idea recurrente, que ya se ha aplicado, igual de novedosamente,
en innúmeras ocasiones anteriores, y con idénticos malos resultados. Tampoco es
que sus adalides sean precisamente nuevos: están muy vistos. Aparecen,
desaparecen y reaparecen fatalmente con una tenacidad que ni el Guadiana. En
realidad nunca se fueron. Y así nos va…
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