NI
LOMCE NI HUELGA
Es cierto que la LOMCE no va
a arreglar ninguno de los muchos problemas educativos que este país tiene
planteados. Pero tampoco la huelga de hoy. Porque es una convocatoria pensada
exclusivamente en términos políticos, y si nuestro deteriorado sistema de
enseñanza está clamando algo a gritos, es precisamente que se dejen los intereses
políticos a un lado.
Aparecemos en la cola de
todos los informes internacionales en cuanto a resultados. Desde los PISA hasta
el último PIAAC 2013 para población adulta de los países de la OCDE, podemos
comprobar que la gran caída de niveles se produce en los últimos 15 años, los
que llevamos de aplicación de la LOGSE y sus mutaciones, como la LOE o la LEC. Concretamente,
no sólo estamos en el vagón de cola, sino que somos el país que peor lo ha
hecho en estos últimos 15 años. No avanzamos.
Es evidente que el sistema
educativo no funciona y que la LOMCE de Wert no es, ciertamente, la solución.
Sus únicos aspectos positivos, o desaparecieron, como el Bachillerato de tres
años -por presiones de la enseñanza privada concertada- o se diluyeron, como
los itinerarios académicos a partir de tercero de ESO. Y luego están las
fantochadas marca de la casa: que la Religión compute en el expediente, el descarado
trato de favor a la Privada... Y cómo no, el surrealismo chulesco con que el
Ministerio aborda el tema lingüístico, creando un problema donde no lo había.
No es pues una ley que
entusiasme, y desde luego que el recorrido que tendrá, no se puede augurar sino
breve. Pero una huelga contra la LOMCE esgrimiendo la bandera de la LOGSE lo es
menos aún. Y de eso se trata, según podemos constatar a partir de la
convocatoria realizada para toda España. Una huelga cuyos puntos
reivindicativos no aportan nada nuevo, sino sólo la defensa de un estado de
cosas que ha llevado nuestro sistema educativo a la cola del mundo civilizado.
Mientras no se haga una ley
que proclame claramente que la función primordial del sistema educativo es la
transmisión de conocimientos, y su impartición se garantice con criterios de
exigencia que favorezcan la excelencia -también en excelencia académica estamos
a la cola- y el esfuerzo, todo el resto es ideología y propaganda.
Lo que de verdad necesitamos
en este país es que se escuche de una vez a los auténticos profesionales de la
enseñanza, los docentes. Educación es el único ámbito en el cual la mayoría de
«expertos» que pergeñan leyes educativas de uno u otro color, no son docentes. Y
ahora se pretende ponerlos como fuerza de choque en las trifulcas partidistas
de unos políticos desacreditados que ya no saben cómo desviar la atención.
¿Y
la huelga? Pues probablemente habrá muchos alumnos -las grandes víctimas de
todo este despropósito-, pocos maestros y menos profesores. No, desde luego que
no, estar contra la LOMCE no tiene nada que ver con esta huelga. No estaría de
más que, alguna vez, alguien pensara en nuestros alumnos y en su futuro.
Muy certero el artículo. Lo suscribo de la A la Z. Y lo difundo.
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