dissabte, 31 de maig del 2014

DE LÍDERES Y DE TÓPICOS: OTRAS VENDRÁN, QUE MENOS MALO ME HARÁN




Hasta ahora, el PSOE había vivido de dos factores, la preponderancia de cada uno de los cuales variaba según el momento, pero que siempre habían funcionado como vasos comunicantes. A un lado, el liderazgo; al otro, el tópico. Un maquillaje bajo el cual se emboscaba la más absoluta vacuidad ideológica y que permitía, a la vez, simultanear su propia auto referencialidad como la única izquierda "posible" y de orden, con una praxis entre cuyas máximas realizaciones se encuentra haberle hecho a la derecha todo el trabajo sucio que, de haberlo acometido ésta, hubiera topado con una resistencia civil al frente de la cual se hubiera situado, sin la menor duda, el propio PSOE.

Este modelo se gestó durante la transición y cabe reconocer que ha funcionado razonablemente bien durante un tiempo bastante largo, unos cuarenta años. El más conspicuo de los liderazgos corrió a cargo de Felipe González; el tópico, a su vez, gozó siempre de buena salud y tiene sus más genuinos modelos en Alfonso Guerra y en el inefable Zp.

En su primera etapa, el liderazgo fuerte se complementaba con una factoría de tópicos made in Alfonso Guerra: una imagen auto proyectada de populismo descamisado, más deudora de la estética peronista que de la tradición socialista, con las debidas concesiones cromático-estéticas de banderas rojas, puños en alto y hasta tirando de "La Internacional" cuando las cosas se ponían feas. La compatibilización del liderazgo a cargo de "el Felipe" con los tópicos guerristas, le permitió al PSOE gobernar durante casi quince años y cuatro legislaturas -tres de ellas con mayoría absoluta-, un periodo durante el cual cambió de posición en temas clave cada vez que lo juzgó oportuno, aguantando no obstante el envite como si tal cosa, desde traiciones, incumplimientos flagrantes y renuncios, hasta chapuzas y corruptelas, tirando de lo uno o de lo otro: del liderazgo o del tópico, según el caso.

Este modelo empezó a flaquear con la defenestración de Guerra a raíz del caso de su hermano Juan, y quedó finiquitado con la derrota electoral de 1996 y la retirada de la escena de Felipe González. La breve etapa que siguió a esta derrota acaso sea la única en la historia del PSOE moderno en que realmente se miró al espejo y se preguntó qué quería ser cuando fuera mayor. En vano. Con el advenimiento de Zapatero, y debido a sus propias carencias, la imposibilidad de un liderazgo fuerte y de tintes mínimamente carismáticos se compensó con un incremento de dosis tópicas, que no de uso tópico.

Pero claro, de los tópicos peronistas y/o priístas al estilo del descamisado Alfonso ya no se podía tirar, así que, a falta de tópicos propios, se optó por buscarlos en otra parte: en los caleidoscópicos restos de la izquierda naufragada tras el colapso del PCE. Una izquierda a lo "monja progre americana". Una izquierda malthusiana, étnico-culturalista, buenista, rousseauniana, anti intelectualista, neocristiano-milenarista y oenegera. Unos mimbres más que cuestionables para hacer un cesto, si de izquierdas estamos hablando, pero eso es lo que había y ésta fue la estética que el PSOE impostó, con todos sus tópicos. Luego, aupado por la proverbial incompetencia de Acebes y la arrogancia de Ansar en su respectivas gestiones del 11-M -peor imposible-, el PSOE de Zapatero llegó al poder. 

Y esta vez, el tópico se hizo carne y habitó entre nosotros durante siete largos años. Que Zapatero ganara unas segundas elecciones, incluso mejorando resultados, no es algo que deba sorprender. La derechona ansarista de los Acebes y Zaplanas lo hizo tan mal que hasta se diría que le estaban haciendo intencionadamente la cama a don Mariano. No les salió bien la jugada, pero eso es otra historia, aquí estamos hablando del PSOE...

Seis años después de acceder al poder en olor de multitudes, los tópicos zapateriles entraron en fase de precipitación y el suflé se convirtió en tortilla de huevos caducados. Casi de la noche al día, en nada. Con franqueza, la sordina que envolvió todo el proceso de liquidación de Zapatero no creo que tenga parangón y hasta convierte a un personaje tan bobo en entrañable y digno de compasión. Porque no fue él el único culpable, sino sólo su cara más visible.

Pero el problema no era el de un liderazgo que nunca había existido, sino el escoramiento hacia la descompensada tiranía del tópico que había presidido la praxis del PSOE durante los últimos años, precisamente por mor de esta ausencia. Quizás Rubalcaba entendió este problema, pero pecó de ingenuo, o de ambicioso, pensando que él iba a poder cubrir este vacío de liderazgo que compensara el decantamiento hacia el tópico. Digo esto porque no parece que Rubalcaba intentara en modo alguno cambiar esto, sino más bien compatibilizarse él en este contexto. Muy al contrario, se regodeó en los tópicos más ad usum del zapaterato, acaso en la confianza de que su carisma le permitiría, si no enaltecerlos, sí, como mínimo, compensarlos. Craso error. Si alguna vez se escribe una novela sobre Rubalcaba, su título debería ser sin duda "El hombre que porfió".

Y ahora se encuentra el PSOE en la que acaso sea su definitiva encrucijada, su némesis. Igual que le ha pasado al bueno de Artur Mas en Cataluña, la gente prefiere el original a la copia. Y así como a Mas cada vez que hay una nueva convocatoria electoral se le van más votos hacia ERC, a Rubalcaba su electorado, acaso adicto al tópico después de tantos años, también se le ha ido a la auténtica y genuina fábrica de tópicos, de la cual la factoría zapaterista los plagiaba: la izquierda oenegera, anti ilustrada y étnico-culturalista cuya praxis social tanto se asemeja a la sopaboba de la doctrina social de la Iglesia, ahora substanciada en PODEMOS, cuya interminable lista de topicazos empieza con el propio nombre de su líder: Pablo Iglesias, ni más ni menos.

Y lo peor para el PSOE es que su dinámica a lo largo de los últimos decenios ha determinado unas inercias de las que no puede zafarse, porque ni hay cuadros de talla intelectual como para ello, ni parece que tenga de donde obtener otro paradigma tópico que le disimule las carencias y le permita aguantar el tirón.

Rubalcaba se va, sí. Bon voyage, Alfredo, no te echaré de menos. Ni como docente -fuiste uno de los mentores de la LOGSE, otro de los grandes tópicos hecho carne y que habita aún entre nosotros- ni como ciudadano.

Pero, la verdad, no sé distinguir entre los hombres ni entre las mujeres que aspiran ahora a sucederle en el sillón de secretario general y presidenciable socialista. Clónicos y sin atributos, ya sean hombres o mujeres. ¿En qué se diferencian Carme Chacón, Susana Díaz y Elena Valenciano, de Viviana Aído o Leyre Pajín? ¿O Patxi López del "campeón"?

Los medios parece ser que están aupando a Susana Díaz. Deben estar al servicio de la FAES. Aunque, bien mirado, también puede que no ¿O no acabamos de decir, al fin y al cabo, que no se distinguen ni en un solo atributo? 

Ni liderazgo, ni tópicos, ni capacidad para reinventarse. Y con el aliento de los oenegeros en el cogote. El PSOE lo tiene mal, muy mal. Lo peor es que tal vez se lo tenga merecido.

divendres, 30 de maig del 2014

ANECDOTARIO PEDABÓBICO (30-05-2014)



LA REPETICIÓN DE CURSO COMO PREMIO "CUM LAUDE"
 
Se acercaba la LOGSE. Se nos había anunciado que para el curso siguiente nos anticipaban su aplicación en el instituto. Y los cambios que todo ello iba a comportar. Accederían maestros de primaria a la secundaria, los cambios de clase iban a ser inmediatos, nada de pasarse por la sala de profesores a fumar el cigarrillo y cambiar de legajos. Y la promoción automática: eso de suspender se había acabado, ahora sería distinto… Sí, distinto ¿pero cómo de distinto?

Como en las charlas adoctrinante-adoctrinadoras que nos impartían los burócratas se hacía mucho hincapié en que el centro tenía que empezar a saber organizarse por sí mismo y que eso de que todo estuviera hecho desde arriba y nos «limitáramos» a aplicarlo se había acabado también, un grupo de profesores pensamos en crear una comisión que estudiara los criterios bajo los cuales se iba a regir la promoción de curso en el centro. Al director, tan incompetente académicamente como furibundamente logsero, no le entusiasmó precisamente la idea, pero la admitió y hasta hizo acto de presencia en alguna de las reuniones que, fuera de horario, por supuesto, mantuvimos a lo largo del curso. ¿Voluntarismo? Puede, puede…

El caso es que cuando teníamos más o menos hecho el trabajo y, acorde a lo acordado, nuestras conclusiones iban a pasar al Claustro parra que las debatiera, enmendara y, si procediere, aprobare, el director se descolgó anunciándonos que a la próxima reunión vendría la inspectora del centro. Que no se trataba en modo alguno de interferir en la autonomía del centro, sino de tomar nota y avalar.

De la inspectora en cuestión no diré nada, excepto que llegó más tarde a las plantas altas de Vía Augusta y con suntuoso despacho propio. Del director ya dije lo que tenía que decir. Nada más empezar la reunión, ambos adoptaron una actitud grave e institucional. Mientras el director asentía con asincopados movimientos de cabeza arriba y abajo, la inspectora nos espetó que no habíamos entendido la reforma educativa, y que el informe que habíamos elaborado era de «otros tiempos», justamente los que estábamos dejando atrás.

Ahora, nos dijo, lo de repetir ya no será nunca más un «castigo», sino muy al contrario, un «premio». La repetición de curso como tal era algo que quedaba desterrado del sistema, como tantas otras cosas que iban a seguir idéntico destino. De ello se infería claramente que todo nuestro trabajo no había servido para nada. Más aún, empezamos a intuir que los miembros de la «comisión» estábamos ya bajo la más terrible de las sospechas que por aquel entonces podían caerle a un profesor: ser un disidente de la LOGSE, es decir, un reaccionario apegado a sus inconfesables privilegios e indiferente, cuando no abiertamente hostil, a la maravillosa reforma educativa que los progres habían pergeñado.

La inspectora concluyó su speech con la siguiente afirmación: A partir de ahora, sólo podrá repetir curso aquel alumno que, por ejemplo, haya tenido una hepatitis y no haya podido asistir a clase durante unos meses, siempre y cuando no haya conseguido los objetivos. El resto, promocionando que es gerundio.

La voz cantante de la «comisión» había sido un profesor que, por aquel entonces, era para mí de avanzada edad. Catedrático pata negra, con dos doctorados, tres licenciaturas –Biología, Química y Música- y una amplia cultura en otros ámbitos fuera de sus especialidades. Había intentado replicar sin obtener el menor reconocimiento, atención ni educación, por parte de la inspectora a lo largo de la filípica. Concluida la catequesis, sacó de su maletín un examen, es decir, una hoja toda ella en blanco, sólo con unos trazos que, hemos de suponer, transcribían el nombre el autor del examen en una caligrafía ilegible y, en tinta roja, un CERO, de autoría atribuible al profesor.

“¿Y qué he de hacer con un alumno así? ¿Ponerle un cinco?” le preguntó entre desazonado y perplejo. La respuesta fue el mantra logsiano del que seguimos sin zafarnos:
“Si te pasa esto, es que eres un mal profesor” Punto final.

dilluns, 26 de maig del 2014

REFLEXIONES ELECTORALES EN CLAVE CATALANA



A propósito de las elecciones europeas, en la revista digital Catalunyavanguardista
 
 
Lo más significativo, a mi parecer, la expresión de Duran Lleida mientras, a su lado, el candidato Tremosa manifestaba su satisfacción por los resultados obtenidos por el conjunto de fuerzas soberanistas, sin que pareciera importarle que ERC, el partido vencedor de estas elecciones en Cataluña, fuera no hace ni cinco años un grupúsculo delicuescente al cual la política del Sr. Mas ha aupado, en detrimento propio, hasta tan privilegiada posición.
En cuanto al triunfo de ERC, y asumiendo que, en lo referente al electorado independentista, están los que son y son los que están en cualquier convocatoria electoral, así como que a su aumento  en los últimos años hay que atribuir el incremento de la participación en Cataluña casi en un 10%, lo cierto, no obstante, es que sigue creciendo a costa del Sr. Mas, pero con un electorado mucho más constante y entregado.
Efectivamente, ERC es el único partido que aumenta linealmente en número de votos en Cataluña, respecto a la última convocatoria electoral, las elecciones catalanas del 2012, en las cuales obtuvo 498.124 votos, lo que representó un 13%, con una participación del 67%. Ahora, con una participación del 47.63%, ha obtenido 594.149, situándose en un 23.67%.
Si tenemos en cuenta, en clave catalana, la diferencia de participación entre las últimas autonómicas y estas europeas, un 67% frente a un 47%, lo lógico sería que todos los partidos hubieran obtenido linealmente menos votos y que las tendencias se manifestaran a partir de las variaciones resultantes. Y así ha sido, también en el resto de España. Ni siquiera el espectacular ascenso de Izquierda Unida ha representado un incremento lineal en votos –de 1.686.040 en las generales del 2011, a 1.562.567 en las de ayer- a menos, claro, que no les incorporemos los 1.245.948 obtenidos por “Podemos”, pero esto sería una lectura en otra clave-; o C’s, cuyo éxito sólo es atribuible a los votos cosechados fuera de Cataluña -337.241 votos-. En clave catalana, C’s está en realidad algo peor que hace dos años: con 157.873 votos y un 6.28% ayer, frente a 275.007 y un 7,56% en el 2012.
Otra cosa, claro, es que Rosa Díez tenga un problema...
 
 
El artículo completo AQUÍ

dissabte, 24 de maig del 2014

V PREMIO "BABERO DE ORO": DON MIGUEL "ALIAS" CAÑETE


 
 
Por toda su trayectoria y por sus más que recientes bobadas. Por perder un debate con la Valenciano y al día siguiente asegurar que no quiso abusar intelectualmente de ella porque hubiera parecido machista, y habiéndose hecho merecidamente acreedor a tal distinción, se otorga el V Premio BABERO DE ORO con mención especial “cuchara asistida” a:
MIGUEL “ALIAS” CAÑETE




divendres, 23 de maig del 2014

ANECDOTARIO PEDABÓBICO (23-05-2014)


 
EL CÓMITRE DE LA DISCORDIA
 
 
Esta vez fue en una reunión intersindical de preparación de alguna huelga contra la LEC de Tete Maragall. Había un sindicato, de clase pero sin clase, que estaba haciendo un doble juego entre lo que decía y lo que luego pactaba con la Administración. Como consecuencia de ello, su representante tenía que ausentarse momentáneamente de la reunión con cierta frecuencia para evacuar consultas telefónicas con sus superiores. El representante de otro sindicato y yo, nos lo tomábamos a chanza diciendo que “cuidado con el cómitre”.
Aquel día había habido bastantes alusiones al “cómitre”, todas ellas debidas a las respectivas llamadas y dudas del sindicalista en cuestión respecto a qué podía decir que sí y a qué que no. Al final, viendo la chirigota que generaba el tema, uno de los presentes en la reunión saltó con la siguiente pregunta:
“¿Pero se puede saber de qué comité estáis hablando?”


dimarts, 20 de maig del 2014

ANECDOTARIO PEDABÓBICO (20-05-2014)


 
EL MÉTODO CIENTÍFICO COMO PRUEBA DEL ALGODÓN
 
 
Corrían los tiempos del primer tripartito –o quizás era el segundo, no lo recuerdo-. El Departament d’Educació-, muy preocupado por los notoriamente deficientes resultados del sistema educativo catalán diseñó un proyecto, que anunció a bombo y platillo, consistente en «motivar» a los centros para que los alumnos aprobaran aún más. Y digo «aún más» porque la caída de niveles corría pareja a la práctica promoción automática y a la sesión de voto de las notas en las juntas de evaluación. Ni así.
El proyecto en cuestión fue un plan encaminado a dotar con partidas económicas extra a los institutos que se adscribieran a él y, de acuerdo con los contenidos del proyecto, se comprometían a mejorar sus resultados hasta el punto de que un 90% del alumnado obtuviera el título de la ESO y, creo recordar, un 80% el de Bachillerato. Si se obtenían resultados dentro de esta franja ¡pasta gansa!
Me consta que en Andalucía hicieron algo parecido, con una salvedad, el dinero no era para el instituto, sino que iría a parar directamente a los bolsillos del profesor. Eso sí, los resultados tenían que ser globales, de modo que si un aguafiestas va y suspende más de la cuenta, los demás se quedaban sin prima. Bueno, vayamos al caso.
Nosotros apodamos este proyecto «aprovat x diners» y nos posicionamos inequívocamente en contra. Así que hicimos los artículos y la campaña de rigor contra semejante aberración. Un buen día, nos concedió audiencia el cardenal gris que había pergeñado el plan, un «experto» y alto cargo al cual se le había encomendado tal misión en el Langley de Vía Augusta.
La reunión, como era de esperar, estuvo presidida por el desencuentro. Nosotros, erre que erre, que esto era una barbaridad y un soborno que sólo serviría para que los directores les metieran más presión a los profesores para que aprobaran para cumplir los objetivos, y para maquillar una realidad cada vez más tozuda. Una inmoralidad, vamos.
En un momento de la reunión, y después de intentar pobremente argumentar como esta medida iba a redundar también en la calidad de la enseñanza, apostilló, con aire de perdonavidas y orgulloso de la expresión que se le acababa de ocurrir,
 
“Es que aquí, en esta casa, utilizamos el método científico, es decir, ensayo error”

diumenge, 18 de maig del 2014

¿DEBATE O DEBACLE?



Lo admito de entrada, soy de los ingenuos que se molestó ver el debate entre los flamantes candidatos del PP y del PSOE a las próximas elecciones europeas. Era, eso sí, más bien una cuestión de morbo ¿Cómo se las iban a arreglar dos típicos productos de las factorías de sus respectivos partidos, en un debate donde, al menos sobre el papel y ante la situación que estamos viviendo, se les había de suponer una talla de la que carecen?

Porque, a ver, Arias Cañete parece un actor secundario de cualquier película de Paco Martínez Soria –algo es algo-. Aparentaba ser un tipo socarrón y sin duda puede resultar divertido en alguna sobremesa con botellas de licores al alcance. Y también lenguaraz: recuerdo perfectamente, en su época de agónico ministro de Ansar, cuando le pillaron las cámaras vacilándoles a sus conmilitones de Murcia mientras les aseguraba que “El trasvase del Ebro se hará, y os diré por qué: porque en Aragón perdimos y en Murcia ganamos”. La verdad, no es que un político adscrito a semejante razón de estado merezca demasiada confianza; pero puede que la inspire entre ciertos sectores. Esto es España, no lo olvidemos.

De Elena Valenciano lo mejor que se puede decir es que no se puede decir nada… o casi nada. Es el más genuino de los productos de la factoría PSOE, cuya especialidad, como bien sabemos, es el tópico por el tópico. Cómo con tal bagaje pueda haber llegado a número dos de un partido que aspira a gobernar, es algo sobre lo que ahora no entraremos… nos desviaría del tema.

El debate fue malo de solemnidad y para dormir a las piedras. Quizás por esto, al día siguiente Cañete optó por dar caña y asegurar que el debate entre un hombre –él- y una mujer –Valenciano- es siempre difícil, porque si el hombre abusa intelectualmente, se le acusa de machismo. O sea, que Cañete se contuvo para no parecer machista, pero como las cabras tiran al monte, va y al día siguiente nos avisa que no vayamos a pensar que es tan romo como pareció, sino que estaba debatiendo con una mujer.

A uno más bien le parece que lo auténticamente vergonzoso es la adopción de una actitud tan chulesca después de haber patinado. Porque el patinazo es doble: lo verdaderamente machista son en todo caso sus posteriores declaraciones, en la esperanza de que serían un eximente. Y hasta es posible que Valenciano, para sus adentros, esté de acuerdo con él.
¿Estos son los que van a ir a Europa?

divendres, 16 de maig del 2014

ANECDOTARIO PEDABÓBICO (16-05-2014)


ARQUÍMEDES ERA COMO UN NIÑO


Esta vez fue en un programa de la televisión autonómica, al final del cual traté, ingenuamente, de rebatirle a una conspicua dirigente de los movimientos de renovación pedagógica catalanes, gloria educativa patria y venerable anciana progre, algunas de las sandeces que había evacuado durante el programa. 

Cuando le dije que una de las características del género humano es la capacidad de transmitir los conocimientos y habilidades adquiridos de unas generaciones a otras, que esta era precisamente la función primordial de la institución escolar y que ello nos ahorraba tener que descubrir por nuestra cuenta el principio de Arquímedes o el teorema de Pitágoras, me  replicó -lo prometo, textualmente- "¿El principio de Arquímedes? ¿No es aquello de la pelota en la bañera?... Esto los niños lo descubren solos"

Sin comentarios.


dimecres, 14 de maig del 2014

ANECDOTARIO PEDABÓBICO (14-05-2014)


LA "OBJETIVIDAD" DE CIERTOS MEDIOS

En cierta ocasión, comenté en un programa de radio que la llamada «Comunidad Educativa» y la tan proclamada necesidad de que sus agentes -familia, municipio y sindicato ¿les suena a algo?- participen activamente en la gestión de los centros de enseñanza era algo así como si el diagnóstico de un médico tuviera que negociarse con el paciente, con los familiares del paciente y con el municipio donde residen. Y que esto, tan manifiestamente delirante en el ámbito de la sanidad, era ni más ni menos que lo que estaba pasando en los institutos cuando la nota de un alumno ha de ser consensuada con todos estos agentes o hasta votada en juntas de evaluación. Entre el resto de tertulianos se hizo un silencio gélido, como si alguien acabara de conjurar al diablo en plena misa.

No volvieron a llamarme hasta mucho tiempo después. Estábamos en el sindicato en plena campaña para conseguir la jornada intensiva en Secundaria y éste fue el motivo de mi asistencia a una tertulia sobre el tema, en la cual el único docente era yo, el resto, los tertulianos habituales. Recuerdo perfectamente como uno de los presentes, hacia el final del «aquelarre», arremetió contra la jornada intensiva -sólo de mañana, como en el resto de España e inmensa mayoría de Europa- espetándome con el impagable argumento según el cual estábamos proponiendo tal medida sólo por corporativismo. 

Le repliqué que el hecho de que una determinada medida pueda favorecer a un colectivo, tal vez no sea un argumento a favor, pero tampoco nunca puede ser un argumento en contra. Y exactamente por la misma razón, tampoco que perjudique a algún sector -como presumiblemente a ciertas familias- ha de ser un argumento en contra o a favor. Ello con independencia de que ni todos los docentes estaban a favor de la jornada intensiva, ni mucho menos todas las familias en contra.

Intenté argumentar que lo que había que debatir primordialmente para determinar la conveniencia de tal medida era, en todo caso, la repercusión académica que se pudiera inferir, atendiendo al hecho de que se trata de institutos, es decir unos extraños lugares donde se supone que los jóvenes van a aprender y que se ha de intentar que lo consigan lo mejor posible, facilitándoselo en la medida que ello fuera posible. Que si se tratara de guarderías infantiles tal vez el debate central sería otro, pero que aquí no era el caso. Que aquí el horario (académico) tenía que establecerse en función de la actividad que se realizaba y que desde el principio del debate había intentado aportar argumentos y hechos sin que en ningún momento hubieran sido tenidos en consideración por ninguno de los tertulianos en nómina del programa. Sólo el argumento de que favorecía a los profesores y esto ya hacía la propuesta indeseable per se

Por supuesto, ya nunca más me han vuelto a llamar. In secula seculorum...