Una
frase vale más que mil imágenes. Y el "que
se jodan" evacuado por la diputada Andrea Fabra del PP vale más que
mil discursos falsamente lastimeros y fingidamente plañideros que, en vano,
tratan de convencer de lo duro que es para los políticos aplicarle al pueblo
las medidas de recorte a que, dicen, les obliga Frau Merkel.
Andrea
Fabra no pasará a la historia del parlamentarismo ni figurará en los manuales
de retórica como ejemplo de oratoria brillante. Seguro que no. Pero
precisamente por la espontánea llaneza de su «discurso» -en sintonía, sin duda,
con sus capacidades intelectuales-, es una muestra significativa del ADN de su
partido, sólo contenido por el frágil recato que impone el sentido oportunista
del que ella parece carecer. Como aquél que en una lejana noche electoral
proclamó entre vapores etílicos que se iba a forrar. Y se forró, vaya si se
forró. Lo que tienen esos es que no engañan... a menos que uno quiera dejarse
engañar.
Pero
lo de Andrea es mucho peor. Porque si Zaplana se alegraba en su momento ante
unas inmejorables expectativas de fácil enriquecimiento como las que se le
abrían, ella parece alegrarse en cambio no de su propio beneficio, sino del perjuicio
ajeno: el de los parados españoles, para ser exactos. Y que los males del
prójimo sean motivo de gozo será muy español, pero queda poco elegante y, sobre
todo, es de una mezquindad estulta de aquellas que Nietzche situaba como la
moral puramente reactiva y destructiva del esclavo. Sin saberlo, la muy
cenutria se está situando en el lugar donde cree ubicar a aquellos que pretende
denostar... perdón, a aquellos que le gusta que se «jodan».
Zaplana
estaba contento porque se iba a hacer muchimillonario como el tío Gilito.
Andrea lo está porque los parados se van a joder y eso a ella le gusta. Uno era
amoral, sin más; la otra es inmoral, también sin más.
Y
lo más gracioso del caso es como habiendo la muy mentecata proferido
sus rebuznos, no en el comedor de su casa, sino
en pleno Congreso de los Diputados, se extrañe ahora de que la hayan pillado in fraganti. ¿Nadie la advirtió o es
tonta de baba? Claro que siendo hija de quien es, cabe suponer que no está en
política por méritos propios. Mientras tanto, al país que le jodan, claro. Con
este ganado, que vengan los hombre de negro ¡ya!
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