dissabte, 7 de desembre del 2013

RENT-A-CAT?



 
 


Confieso no haberme enterado hasta este mediodía -despistado que es uno- de la flamante operación de leasing urbano que dejará, según afirman los noticiarios de TV3, unos 65 millones de euros a la ciudad de Barcelona. Una operación que consiste en alquilar un espacio público, con museos y jardines públicos incluidos, para que celebre allí su boda con todos los fastos la sobrina de un émulo indostánico del Tío Gilito. Increible, pero cierto.

En el reportaje de TV3 se entrevistaba a algunos de los desafortunados transeúntes que, a día de hoy, habían decidido darse una vuelta por Montjuic y, en algún caso, hasta con la “decadente” intención de visitar el Museo donde, por ejemplo, están las mejores muestras del románico y del modernismo catalán. En vano, estaba todo cerrado al público porque se estaba trabajando en el montaje que requiere la boda de marras.

Entre los entrevistados, unas chicas de la misma Barcelona, según afirmaban, parecían hasta contentas de haber amagado en su visita al museo. Ignoramos si por el hastío que las embargaba sólo de imaginarlo o porque, según dijeron, esta boda proyectaría la imagen de Barcelona en el mundo, y “això està molt bé!”. Muy al contrario, una turista francesa manifestaba su perplejidad y desagrado ante la ocupación de un espacio público para una boda privada, por más que se trate de un magnate indio. Definitivamente, la Ilustración no pasó por estos pagos. O pasó de largo.

Y lo peor del caso es que que, o mucho me equivoco o, a prudente distancia para no molestar la intimidad de los cientos de invitados, unos miles de ciudadanos controlados por vallas y policias, se apretujarán inclementemente pugnando por contemplar el espectáculo, en lugar de correr a gorrazos al alcalde Trias y al president Mas, ambos, cómo no, invitados a la boda. Por cierto, lo de Trias y Mas invitados a la boda, prefiero no decir lo que me evoca. Y conste que el millonario indio no tiene ninguna culpa de todo esto. Él sólo quiere casar a su sobrina. El problema no es de quien compra, sino de quien alquila o vende lo que no es suyo. Claro que si pensamos en lo que están haciendo, sin ir más lejos, con la Sanidad Pública catalana, lo de cerrar temporalmente un Museo, un parque y algunas avenidas se queda en pecata minuta. ¡Menudos, ellos!

Pues ya lo tenemos, como en esto todo es empezar y ya conocemos el percal, auguro para dentro de poco una guerra sin cuartel entre alcaldes y gobiernos autonómicos de toda España disputándose groseramente la celebración de bodas millonarias en sus respectivas plazas mayores, anfiteatros romanos, parques y museos públicos… con gradas y todo para que la ciudadanía –es un decir- no pierda comba del evento. De momento, por aquí ya hemos marcado el camino. Y luego dicen que no somos los mejores. Envidia, lo que nos tienen a los catalanes es envidia…

dijous, 5 de desembre del 2013

PISA(ndonos) LOS TALONES NOSOTROS MISMOS



...O segándonos la yerba bajo nuestros mismos pies. Esto es lo que a mi entender se puede colegir de los resultados del Informe PISA 2012, aparecido anteayer, 3 de diciembre de 2013. La verdad es que cada vez tiene más de espectáculo mediático. Por la expectación que despierta, los comentarios y observaciones que suscita entre el respetable, ora de expertos, ora de profanos... Que si éstos suben, que si aquéllos bajan...

Que este país decidió autoinmolarse educativamente con la LOGSE es algo que muchos empiezan ya a tener claro. Ello no obstante, tengo para mí que esta inmolación fue sólo a medias. El objetivo real de la LOGSE, explícito y/o implícito, era cargarse la enseñanza pública, poniendo a unos cuantos cretinos y a otros tantos tunos a gestionar el sistema educativo bajo la cobertura de la jerga pijo-progre-pedagógica como pretexto, que le daba apariencia de izquierdas como las lágrimas de un cocodrilo se puedan parecer a las de un niño.

Pero bajo este barniz, ya en sí mismo conceptualmente aberrante, subyacía un proyecto de mercantilización de la enseñanza, convirtiendo al usuario en cliente y creando una dinámica que iba inevitablemente a perjudicar a aquellos que iban a sentirse más preferentemente considerados en apariencia: las clases populares. El gran drama de todo esto es que, como denunciaba hace ya un tiempo Gregorio Morán en su magnífico artículo La derrota más sentida, la destrucción de la enseñanza pública en España contó y cuenta con el aplauso y el entusiasmo de aquellos que más necesitados estaban de ella, porque era lo único que tenían: las clases populares.

En definitiva, una estafa social, un fraude intelectual y una agresión de clase. Sin más.


dimarts, 26 de novembre del 2013

PREDICANDO SIN EL EJEMPLO



Ahora que parece finalmente que el famoso impuesto sobre las operaciones bancarias lo van a tener las Autonomías -o las autonosuyas, claro-, ya no está tan claro que con este impuesto, la Generalitat de Cataluña, evite robar una paga extra a los funcionarios. Es decir, primero resulta que Cataluña era la única autonomía que para el 2014 iba a confiscar una paga extra entera a los funcionarios. Y eso, cómo no, era culpa de Madrid porque no les dejaba gestionar este impuesto taumatúrgico. Se llenaron la boca asegurando que si les cedían el impuesto, no robarían la paga extra a los funcionarios. Ahora que les dan el impuesto, sin embargo, y por lo tanto deberían cumplir lo prometido, ya no está tan claro.

Pero lo más interesante es lo que se ha publicado recientemente sobre los sueldos de los políticos de la Generalitat y de sus altos cargos. Resulta que la autonomía más endeudada y la que más se ha cebado con los recortes, es la que mejor paga a sus políticos y altos cargos. Una auténtica obscenidad. En realidad, ellos son la obscenidad. Austeros recortadores de los sueldos de los otros, pero los suyos, ahí ya es harina de otro costal: a lo grande y sin recortes siquiera simbólicos. Cada día estoy más convencido que una Cataluña independiente sería una cleptocracia compulsiva.

PEDAGOGÍA DE LA (MALA) EDUCACIÓN


Fueron unas excelentes jornadas sobre educación las que este pasado fin de semana organizó APS-Navarra en Pamplona, y en las que tuve el privilegio de participar. Vaya por delante mi felicitación y mi agradecimiento.
 
Pero de lo que voy a hablar aquí es del que acaso fuera el único incidente resaltable, en ningún caso atribuible a los organizadores, sino a la grosería de uno de los participantes en la mesa redonda que tuvo lugar el sábado, y que desde luego, no era de esperar en todo un  reputado pedagogo y catedrático de universidad del cual diremos solamente que se llamaba como el más pequeño de los hijos de Jacob.
 
El ilustre profesor universitario no se sintió bien, al parecer, una vez constató que entre el público no iba a contar con demasiados adeptos. Porque sin duda no se trataba de que la gente se comportara correctamente -como así fue-, sino de adhesiones incondicionales a la verdad pedagógica absoluta que él representaba. Una verdad sólo al alcance de iniciados y para cuya revelación parece ser imprescindible el anacoluto. Cierto,  su visible mal humor no ayudó a que se le entendiera mejor. Con un lenguaje críptico amparado en el sinsentido y sin prestar la menor atención a lo que el resto de participantes en la mesa redonda, todos ellos gente de solvencia intelectual sobrada, podían argumentar.
 
Tampoco le gustó el título de la mesa redonda: La Pedagogía ¿Freno o impulso? Ni que alguien pueda plantearse razonablemente esta pregunta. No, lo único que pudimos extraer como botín intelectual de sus confusas palabras fue que se abrió una nueva era pedagógica con Freire y, eso también, que hay pedagogía de la escuela, de la calle, de género... Y nada más. ¡Ah! sí, otra cosa, que ellos no tienen la culpa de nada.
 
En conclusión, grosero, ramplón, intolerante, fanático e ignaro. No está mal para un catedrático de universidad.
 
 
 
 
 
 

dijous, 21 de novembre del 2013

¿EXISTE EL PSC?



Yo diría que casi con toda seguridad, el PSC no sabe aún qué quiere ser cuando se haga mayor, pero sí parece que sabe ya lo que no quiere ser: el palmero de Mas y Junqueras. Al menos esto es lo que parece deducirse de los últimos posicionamientos y desmarques que Pere Navarro ha escenificado en relación con el embrollo de famosa consulta por la independencia de Cataluña.

No deja de ser curioso, si bien no tanto en lo que refiere a la posición que hubiera cabido esperar desde un primer momento por parte de una formación política que, al menos testimonialmente, sigue llamándose socialista, sino muy especialmente al dontancredismo que ha ejercido desde los lejanos días en que perdió las primeras elecciones autonómicas frente a Pujol.

Desde entonces hasta prácticamente hace unos meses, el PSC ha estado vampirizado por un pujolismo hegemónico que le inoculó el complejo de no ser lo «bastante» catalán.  Poco importaba que CIU votara, y siga haciéndolo con harta frecuencia, en Madrid con el PP. O que los «intelectuales» nacionalistas hayan urdido un discurso «nacional» repleto de falsedades históricas y de apropiaciones que,  prudentemente, calificaremos de ilegítimas, incorporando a sus alforjas ni más ni menos que a todo el movimiento federalista del XIX -que mutatis muntandi, estaría en las posiciones que hoy serían las que defiende el propio PSC-, o que hasta haya monopolizado la tradición republicana para desembocar en un discurso legitimador del independentismo, sin que desde la izquierda se haya replicado lo más mínimo a todo este constructo ramplón y repleto de sesgos, inexactitudes interpretadas pro domo sua y, en definitiva, de una ideología ramplona que sería al pensamiento lo que la fe del carbonero a la Teología.

Tampoco importó demasiado que en las elecciones catalanas de 1999 y en las del 2002, el PSC se sacara unos cuantos miles de votos a CIU, a la vez que un sistema electoral pensado para el nacionalismo, le otorgara en ambos casos 4 diputados más a CIU que al PSC; o que en el mismo 1999 Pujol formara gobierno con el apoyo parlamentario del PP durante toda la legislatura. Ni que desde siempre, en las elecciones generales ganara el PSC por paliza, incluso llegando en ocasiones a doblar, ni más ni menos, a CIU en votos y diputados. No, ni se supo articular un discurso ni se supo leer la realidad... O no se quiso.

El PSC se mantuvo en su dontancredismo acomplejado, convencido de que sus fracasos en las autonómicas eran debido a sus carencias catalanistas, un diagnóstico tan delirante que hubiera merecido poner de patitas a la calle a todos sus sociólogos en nómina. Y se dedicó a ir promocionando a líderes con este perfil: Las Tura y las Geli, los Nadal, los Elena y los Ros; los tránsfugas Mascarell y Maragall... Los mismos que ahora, al ver derrotadas suspropuestas por un 83% de votos, apelan a su conciencia para insinuar que tal vez voten en contra de su partido. ¡Vaya pájaros! Lo del PSC, desde luego, ha sido un problema de estulticia política como para figurar en los manuales. ¡Y pensar que cuando el primer tripartito alardeaban de ser los domadores que iban a amansar el irredentismo de ERC! ¿Se puede estar más ciego?

Ahora, parece al menos que está reaccionando. Con las encuestas que le sitúan como cuarta o quinta fuerza política catalana. No sé si tarde y mal, lo ignoro, sólo lo podremos saber con el tiempo. Pero al fin parece que reacciona. A la fuerza ahorcan.

dilluns, 11 de novembre del 2013

LA DOCTRINA PAROT O LA NÉMESIS DEL CHAPUCERO



En este valle de bergantes que es la piel de toro, la verdad es que, al final, ni nada es lo que parece, ni lo que parece guarda la menor semblanza con lo que se supone que aparenta. Ahora el gobierno en pleno se rasga públicamente las vestiduras por la sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, según la cual, la redención de condena no puede aplicarse al total de la suma de las penas acumuladas por varios delitos, sino sólo a los años máximos de permanencia en prisión que la ley establece, a saber, treinta. Como resultado de esta sentencia, un buen número de etarras y algún delincuente común están siendo excarcelados.

Nos lo recordaba Manolo en una excelente entrega hace unos días, “Justicia, que no venganza”, a propósito de un magnífico artículo de Ignacio Escobar. Nada más cierto. Precisamente, el concepto de justicia excluye el de venganza. La venganza es personal y, por más fría que se sirva, obedece a la pasión; ya se trate de Edmundo Dantés o de Don Mendo; la Justicia, por su parte, es Derecho y, al menos en democracia, emana de la sociedad que se dota de unas normas de convivencia, prescribiendo y proscribiendo acciones cuya transgresión se penaliza. Justicia es que el Estado dispone del monopolio de la violencia, que ejerce, se supone, precisamente contra estas transgresiones. Otra cosa es que el entramado jurídico esté bien estructurado o que sea una chapuza.

Pero como tantas veces se dice en “El Padrino” cuando a uno le van a dar los papeles, “no es nada personal”. Por eso la justicia es ciega, dicen, porque no trata de singularidades personales, ni de sentimientos ni pasiones, sino sólo de las transgresiones objetivas. Otros dicen que es ciega porque no se entera, pero eso ya es harina de otro costal. Pero lo que no es de recibo, es celebrarla cuando te favorece y denostarla cuando no conviene a tus intereses.

Este es un país de componendas y de apaños. Es decir, de chapuzas. Aquí la Ilustración pasó de largo dejando sólo rudimentos. Aquí se hicieron unas leyes permisivas y garantistas al máximo, a la vez que el propio Estado organizaba cuadrillas de sicarios cuyo comportamiento no difería en nada de los grupos a los que combatían. Si, cierto, todos los estados lo han hecho alguna vez, pero no se lo encomendaban, como aquí, a rufianes ludópatas y puteros... Un fiasco monumental  que acabó con ministros y altos cargos de seguridad en la cárcel.

Vamos, que nos gusta presumir de tener el sistema penal más «avanzado» de Europa, pero luego, cuando la cosa no funciona, tiramos del apaño. Y así un buen día resultó que había un tío con tropecientos años de pena de cárcel con varias condenas por delitos de sangre –un tal Parot, mercenario francés al servicio de ETA-, que en aplicación estricta de la remisión de condena, iba a salir a la calle sin haber cumplido el máximo de 30 años establecido por la ley. Y de nuevo la componenda y la chapuza. Pues nada, para que “éste” no salga de la cárcel, hacemos que la remisión de condena sea sobre la totalidad de la pena –los tropecientos años- y no sólo sobre el máximo de treinta que estaba hasta ahora establecido. Tiempo después, con de Juana Chaos, el mismo bochorno jurídico, se hace una ley ex professo para un tío. Nada, a tirar palante y al que objete que esto es una chapuza que contradice el corpus jurídico penal español, se le cuelga el sanbenito –otra de las grandes aficiones patrias- de proetarra y punto.

Y ahora, cuando el Tribunal Europeo de Estrasburgo nos ha recordado lo que es un estado de derecho, salen Ansar, Tristón y demás patulea, atizando el escabroso fuego de las pasiones más primarias, soliviantando al personal contra Europa y contra el gobierno “títere” que la obedece «sin rechistar»; y el gobierno, claro, a hacer confesión pública consternación y repugnancia por la sentencia; que si van a mirar la forma de no aplicarla, que si esto, que si aquello… Hasta se permiten manifestarse abiertamente contra la decisión de la Audiencia Nacional por la reciente excarcelación de 9 etarras, acordada ni más ni menos que con el voto de calidad de uno de los magistrados que más ha hecho contra ETA, Grande Marlaska, ayer héroe, hoy villano.

Se lo dijo De Gaulle a los pieds noirs que venían de la Argelia descolonizada: "A veces, hay víctimas históricas". Y toca apechugar. Porque una minoría, por más justamente que esté resentida, no puede hipotecar a todo un país. ETA ha sido derrotada militarmente, y lo que procede ahora es saber ganar, algo a lo que parece que algunos no están dispuestos. Las víctimas y familiares del terrorismo tienen, ciertamente, todo el derecho del mundo a protestar, como las víctimas de la dictadura. Pero que políticos en activo o con vocación de activos, se estén apuntando al linchamiento mediático de los magistrados de Estrasburgo o de Grande Marlaska y la Audiencia Nacional, es de una irresponsabilidad torticera que les descalifica como políticos. Aquí, algunos parece que todavía no han entendido que aquello de DURA LEX SED LEX, reza para todos.
A mí, desde luego que no me hace ninguna gracia que ciertos tipejos salgan a la calle, pero entonces, no haber sido tan chapuzas en su momento. Presumir del sistema penal más permisivo y garantista de Europa tiene su precio. Estrasburgo nos lo ha recordado.

dijous, 31 d’octubre del 2013

SOBRE COMPETENCIAS E INCOMPETENCIAS EDUCATIVAS



Es tan frecuente como deplorable que, para mucha gente, posicionarse respecto a cualquier polémica consista en ver de qué lado están los suyos. Ya ni siquiera se tira del manual, que sin ser tampoco un hábito intelectual demasiado recomendable para formarse una opinión crítica sobre algo, como mínimo mantenía una cierta chispa de criterio; sin duda poco dúctil y nada dado a matices, pero criterio a fin de cuentas. Ya ni eso. Se empieza abandonando cualquier espíritu crítico por la comodidad de aplicar el manual, y se acaba asumiendo la posición que dicta el que se supone que lo ha leído.


Los debates educativos en España desde la LOGSE son un ejemplo paradigmático de esta absoluta falta de criterio a la hora de formarse una opinión sobre algo. Pasa también con la LOMCE de Wert, cómo no. El otro día intentaba llamar la atención sobre la necesidad de discriminar entre los planos social y académico a la hora de analizar un sistema educativo. Sin duda hay una indiscriminación aún peor, y es no saber distinguir entre ambos, aun abordados conjuntamente, y el plano político.


Viene esto a propósito de las barbaridades que se están diciendo sobre la LOMCE, sin que en ningún caso quede claro a qué se están refiriendo globalmente. Verbigracia, si invade o no competencias -hasta puede que incompetencias- autonómicas, estatales o parroquiales. Dependerá entonces que uno sea jacobino o girondino que le parezca bien o no la medida. Y esto en el plano del tirar de manual. En el otro, simplemente lo que piensen o me digan que he de pensar los «míos».


En cualquier caso, resulta que si soy independentista, autonomista, confederalista o partidario de la república de IKEA, estaré en contra porque invade “mis”, o más bien “sus” (¿debería decir «nuestras»?) competencias e incompetencias. Si, por el contrario, soy un jacobino irredento, un españolazo recalcitrante o un federalista tibio, entonces estaré a favor, también en razón de quien lo propone ¿Pero de qué medida se trata exactamente? Pues resulta que simplemente, es lo de menos. 


Desde esta perspectiva tan ramplona, no se trata de si a mí me parece bien o no, yendo al caso, que se implante una Reválida al final de la ESO y otra al final del Bachillerato. No, de lo que se trata es de si invade «mis» competencias. Y si resulta que pienso que sí, cosa que habría que discutir si es así realmente, pues entonces estoy en contra. Pero no por lo que proponga la ley de marras,  es decir, no por razones educativas, sino otras que nada tienen que ver con el tema objeto de discusión. Si a mí me parece bien una Reválida, por ejemplo, o si he llegado a la conclusión que en el actual desastre educativo podría ser una solución, eso, simplemente, no importa. Es lo que digan los «míos», a los cuales, por cierto, tampoco les importa un comino si puede ser una medida acertada o no.


Y esto es lo más lamentable del debate que se ha orquestado en torno a la LOMCE, que no se trata de si hay o no algunas propuestas razonables, sino de si invade competencias o no. Y claro, de que habiéndola hecho quien la ha hecho, ya sólo por eso hay que decir que no y punto. Pues qué quieren que les diga, yo no trago.


diumenge, 27 d’octubre del 2013

EL NEOCRISTIANISMO PEDAGÓGICO Y LA IZQUIERDA ANTI ILUSTRADA



Los primeros cristianos despreciaban el conocimiento porque desviaba al hombre de su naturaleza y de su objetivo fundamental en la Tierra, la salvación del alma. Los filósofos y sabios helenísticos fueron desde el primer momento objeto de sus iras y de sus mofas, por su pretensión de intentar explicar las cosas más o menos desde la propia razón humana y pretender conocer desde ella la verdad del mundo y los designios de Dios. Y esto es una insolencia y un pecado de soberbia, la famosa hybris (ὕϐρις) por la que se nos castigó como especie y de la que nos redimió Jesucristo con su pasión y muerte.

El Pecado Original fue en realidad un pecado de hybris en el que los filósofos siguieron perseverando ofuscados por su propio orgullo. Ni la filosofía, ni la geometría, ni la aritmética, ni la física servían al hombre para lo más importante de su existencia sobre la Tierra, la salvación del alma en un mundo trascendente que sólo era lugar de paso. La manzana del «Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal» es una metáfora del salto de la condición animal a la humana, de naturaleza a cultura o de fisis a nomos, se ve como una violentación de nuestra propia naturaleza, como una transgresión, como algo indeseable por lo cual indefectiblemente pagaremos el inevitable castigo. El pecado es la pretensión de conocer, quebrantando nuestra propia naturaleza tal como Dios la concibió al crearnos.

Una concepción que ha perdurado a través de la historia surgiendo bajo diferentes formas y planteamientos. No es tan difícil rastrearla en Rousseau, por ejemplo, cuyo bon sauvage tiene mucho de lo que podríamos suponer en los habitantes del Edén o en cualquiera de las múltiples Arcadias que, desde el desarraigo, añoran un estado originario de naturaleza concebido como la carencia de cualquiera de las características que hoy nos definirían como humanos. Ni en las pedagogías modernas inspiradas en este ginebrino, donde la educación, el esfuerzo y la disciplina violentan la espontaneidad natural humana.

La izquierda anti ilustrada y ramplona, hoy hegemónica, impregnada de neocristianismo milenarista y cuyo proyecto, de tenerlo, cada vez se parece más a un pobre remedo de la doctrina social de la Iglesia, esa izquierda «realmente existente» que hoy tenemos, ha heredado esta aversión de los primeros cristianos hacia los filósofos, hacia el conocimiento, hacia la ciencia. Eso sí, en lugar del mundo trascendente y la salvación del alma como objetivo, el objetivo en un mundo inmanente es ahora la consecución de la felicidad a través de la ignorancia sustentada en cuatro tópicos doctrinarios.

Si alguna vez hubo una izquierda ilustrada que exigía que a los obreros también se les enseñara latín, filosofía o matemáticas, lo cierto es que no queda ni rastro de ella... al menos en las estructuras de los partidos y entre sus productores de discurso educativo. Es cierto que en el proyecto de cargarse la instrucción pública, la izquierda ha funcionado más bien como «tonta útil», poniéndose al servicio de inconfesables intereses que la mayoría acaso ni sospeche. Pero también lo es que en todo el proyecto LOGSE, es claramente perceptible este substrato anti ilustrado , así como un profundo desprecio, cuando no claramente aversión, hacia el conocimiento.

Sapere aude” fue la máxima de la Ilustración. “Atrévete a saber”, “decídete a saber”. El objetivo: la emancipación de la humanidad de su minoría de edad culpable, porque sólo el individuo cultivado puede tener criterio y ser autónomo, libre. Es el mismo espíritu, la misma pretensión que la de los comedores de la manzana bíblica o los filósofos objeto de escarnio por parte de los primeros cristianos. Porque su saber no servía para lo que interesaba realmente al hombre y le desviaba de su objetivo, la salvación del alma.

Hoy, nuestros sistemas educativos han reificado el concepto de felicidad, cuya consecución es su función primordial. Ya no la de transmitir conocimientos. Esfuerzo, disciplina, estudio método... todo lo que sea violentación de pulsiones originarias, de los instintos y tendencias naturales, debe quedar proscrito en aras a esta felicidad. Porque, total, no sirve para lo importante. Y además, después de todo ¿para qué le va a servir el latín a un electricista, la filosofía a un camarero, o las matemáticas a un taxista?

De exigir que a los hijos de los obreros también se les enseñara Filosofía, Latín, Física o Matemáticas, la izquierda a pasado a exigir que no se les enseñe a nadie. Es la única forma de que todos seamos iguales y felices. Porque si para unos el conocimiento no servía para nada porque no era útil, más bien todo lo contrario, para la salvación del alma, para otros tampoco sirve para nada porque, por idénticas razones, hasta puede que sea un impedimento para la beatífica felicidad del ignaro. Como los primeros cristianos o, también, como el ginebrino que inspiró tanta pedagogía moderna... Siempre los beocios.


divendres, 25 d’octubre del 2013

PARADOJAS PARA DESPUÉS DE UNA HUELGA



La primera me la sugiere "J" a la vez que me felicita por el artículo. Para quien no viera el artículo en edición papel -en castellano o en catalán-, éste estaba confrontado a otro en la misma página favorable a la huelga y escrito por el presidente de una conocida asociación de padres de alumnos catalana. La paradoja que él resalta radica en la "rareza" que supone que, mientras un trabajador del sector docente -un servidor- y dirigente sindical, se manifiesta contrario a la huelga, sea un usuario del sector -supuesto padre de alumno- quien insta al profesorado a sumarse a la huelga. Algo así como si un cliente del "Corte Inglés" instigara a los trabajadores de esta empresa a hacer una huelga.

La segunda está relacionada con la primera, pero tiene enjundia por sí misma. Se ha hablado en los medios de huelga de profesores, estudiantes y padres. ¿Alguien puede entender el concepto de «huelga de padres»? Si es así, agradeceré aclaraciones, porque yo no lo entiendo.

La tercera, aunque previsible, no menos indicativa de como cada cual arrima el ascua a su sardina. La Consellera Rigau, máxima responsable educativa en Cataluña, considera que la huelga era contra la LOMCE de Wert, no contra su LEC, contra su decreto de plantilles, contra sus recortes o porque los funcionarios de Cataluña seremos los únicos -aunque puede que alguien más se añada- que nos quedaremos una vez más sin paga doble el 2014. Y la verdad es que tiene razón. Eso sí, el gobierno en que ella participa acaba de rebajar los impuestos a los casinos. Alguien está haciendo de "tonto útil"

La cuarta, como la tercera, ya no tan paradójica, la lectura que se ha hecho en toda España de esta huelga por parte de sus convocantes. Se trata de defender el espíritu de la LOGSE. Un «espíritu» que nos ha llevado a la cola académica del mundo civilizado. Los hay de una contumacia a prueba de bomba.

Por lo demás, la huelga entre el profesorado fue muy, muy floja. Al menos en Cataluña. Eso sí, como ya anunciaba, en la manifestación hubo mucho estudiante, poco maestro de primaria, menos profesor de secundaria y ningún docente universitario.