diumenge, 9 de desembre del 2012

IBERIA, TELEFÓNICA Y "EL CAPITAL" (de Costa Gavras)


Resulta que Iberia va a despedir a cinco mil trabajadores. A la vez, la misma Iberia va a comprar Vueling. Quizás la haya comprado ya. Y el Estado sin decir esa boca es mía.

Telefónica, por su parte, con unos beneficios declarados de 2075 millones de euros, sólo en el primer semestre, y previsibles de 4000 millones en todo el año, parece no tener suficiente y ha decidido también enviar al paro a unos cuantos miles de sus trabajadores. Con medio PP de Ansar ahí dentro ¿Habrá intentado Rajoy ejercer sus "buenos oficios"?

Me entero que "Paradores Nacionales" va a cerrar unos cuantos ídem. Y resulta que, de paso también me entero, estos paradores, cuya propiedad es del Estado, están gestionados por una empresa privada. Pero quien aparece dando la noticia del cierre y los despidos en televisión es una secretaria de estado (?). ¿A qué estamos jugando?

La Sanidad pública, correteada por gobierno central y autonómicos, se está privatizando a marchas forzadas. Por lo visto, todos querían la transferencia de la competencia para poder privatizar "mejor". Cataluña y Madrid son los casos más conocidos, pero no los únicos. Un sector, el sanitario, que se privatiza bajo el subterfugio de ser "deficitario". Pero entonces, si según dicen se va a mantener el servicio ¿Cómo se explica que las empresas privadas le tengan echado el ojo? ¿Les gusta perder dinero?

Cuatro casos muy distintos -podríamos citar más- y una cosa en común. En todos ellos estamos hablando de sectores que fueron antaño propiedad del Estado. Hoy privatizados o en vías de ello y, una vez exprimidos, tirados a la basura.

Uno, modestamente, se pregunta cómo puede moralmente alguien que dice que está perdiendo dinero, cerrar líneas, despedir a cinco mil trabajadores y, a la vez, adquirir una empresa de la competencia que está realizando algunas de las líneas que ahora cierra la primera. Y cuando digo "moralmente" me estoy refiriendo a cómo el Estado no regula esto e interviene de una vez ante tanta falta de escrúpulos. ¿No estaba para eso?

Y uno se pregunta también cómo una empresa que se privatizó y en la cual acto seguido se colocaron en puestos de grandes soldadas los mismos ministros que la privatizaron y sus amiguetes de turno, cómo, decía, declarando beneficios puede estar haciendo un expediente de regulación de empleo que pone en la calle a cerca de diez mil personas.

¿Y lo de los "Paradores Nacionales de Turismo"? Si es una empresa privada ¿Por qué da la noticia el ministerio? Y si sigue siendo patrimonio nacional -me temo que como el del gran Berlanga- ¿Cómo no se toman cartas del asunto? ¿Es acaso eso mismo lo que quieren hacer con la Enseñanza Pública? Porque al ministro Wert parece que lo único que le preocupa es en qué lengua se dice, no qué se dice. Quizás para que no se sepa que está copiando de Cataluña el modelo de gestión privatizadora de los centros públicos.

De la Sanidad pública, mejor no hablar, ya lo hice a propósito de la adjudicación de un Centro de Atención Primaria en L'Escala (Girona) a una empresa cuya actividad principal son los servicios de limpieza. Así, tal cual.

En fin, todo esto son apuntes apresurados que le vienen a uno después de haber visto la película "El Capital", de Costa Gavras, y de ponerla en relación con la perplejidad que le produjo enterarse que Iberia despedía gente a la vez que compraba empresas, sin que "nadie" hiciera nada para evitarlo. No es, desde luego, ésta, la mejor película de Costa Gavras. La mejor, para mí, siempre será la mítica "Z" -un icono sentimental, también-. Pero tampoco denuncia nada que no ocurra. Muy al contrario, es más realista de lo que muchos puedan llegar a creer. Eso sí, se le olvida algo, aunque lo insinúa con la "broma" de las encuestas de autoevaluación entre el pesonal empleado: el imprescindible pábulo a la parroquia para que siga entretenida. El "opio del pueblo" o el "Somma" de los Epsilon en el Brave new world del inolvidable Huxley. A Costa Gavras se le ha olvidado, pero a nuestro gobierno no. Que para eso es el "Gobierno".

Y si no, pasen y vean, señoras y señores, un espectáculo único en el mundo, más sorprendente aún que el de aquel elefante que hacía media.... media hora que se esperaba. Mientras la crisis nos ha mandado ya a "Segunda División" y amenaza con aherrojarnos a la "Segunda B", la gran preocupación del Estado, bien jaleado por la caverna mediática y los abrazafarolas y mangantes de turno, es que los estudiantes catalanes no se examinen de catalán en las "reválidas". ¡Ya era hora que alguien se atreviera! ¡Ese Wert sí que los tiene bien puestos! Pues vaya, ni ESO.
Yo me pregunto: ¿Tenemos un Estado o una mierda?

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