"El monstruo
amable ¿el mundo se vuelve de derechas?"
Raffaele Simone (Lecce, 1944)
En
realidad, la izquierda ha perdido los papeles, pero no sólo por sus propios
errores o por sus intrínsecas insuficiencias. Hay algo más
que se le ha escapado a la izquierda: el advenimiento del monstruo amable.
Tradicionalmente,
ser de izquierdas -en cualquiera de sus variantes- era más incómodo y difícil
que ser de derechas. Esto siempre ha sido así, fundamentalmente por dos
razones. La primera, por la conflictiva y enojosa presencia en el acervo de izquierdas
de regímenes cuyos crímenes y miseria moral están fuera de toda duda. Esta
primera sería la dificultad de "vender" el discurso. Simone apunta también
un segundo hándicap: ser de izquierdas violenta la naturaleza humana en el mismo
sentido que el proceso de educación es un ejercicio que violenta la naturaleza del niño. Vamos, que lo natural -al
menos en el sentido de lo que más se adapta a la naturaleza humana- es ser de
derechas. Dos inconvenientes tradicionales que hoy ya no cuentan ante la emergencia
de un nuevo paradigma frente el cual la izquierda habría quedado
definitivamente fuera de onda, descatalogada. Un nuevo paradigma que la
izquierda, o lo que queda de ella, no ha entendido y sigue sin entender.
Al
principio de «La República» de Platón,
uno de los personajes sugiere que el deseo de justicia acaso provenga del miedo
a padecer la injusticia. Una concepción sin duda de base egoísta, pero también
necesariamente empática y, potencialmente al menos, en cierto modo solidaria:
si se está cometiendo una injusticia con otro impunemente, nada impide que un
día la víctima sea uno mismo; de ahí el deseo universal de justicia. Hoy, en
una sociedad que ha transitado del egoísmo innato al egotismo adquirido
culturalmente, quizás nos encontremos justo al otro lado del espejo de los
personajes de Platón. ¿Es hoy posible la acción conjunta para conseguir un
objetivo universal que no nos beneficie directamente de forma inmediata, sino,
y sólo tal vez, a medio o a largo plazo y acaso indirectamente?
Nos
dice textualmente Simone,
"(...) los años del cambio de siglo han dejado en evidencia con una
fuerza aplastante una tendencia general (...): en los más diversos países del
globo, liberarse del atraso y de la opresión no significa aspirar a las formas
primarias y duraderas del bienestar (higiene, salud, educación, alimentación,
paz), sino llegar lo antes posible al consumo individual abundante, y después
entrar a toda vela en el zeitgeist de la modernidad global (vacaciones, tiempo
libre, diversiones, turismo, exaltación de la corporeidad, etcétera). (...)
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