diumenge, 8 de novembre del 2015

UN ESPECTÁCULO MUY «ESPAÑOL»



El empecinamiento de la CUP en negarse a investir a Mas para hacerle presidente, corre parejo con su porfía y la de los suyos para serlo. Y mientras tanto, algunos de los hasta ahora figurantes en la candidatura de «Junts x Mas» empiezan a cobijar en sus adentros la posibilidad de que en medio de la vorágine generada por una trama tan truculenta, un inesperado giro de los acontecimientos les coloque ante la tesitura de ser el candidato aceptado por la CUP y proponerse para la codiciada plaza de presidente de la Generalitat, aunque fuera sólo por unos días. Aquí ya nadie se fía de nadie, y algunos extras de la película codician la ilusión de convertirse en protagonistas. Sobran los nombres: salen todos los días en los titulares del «Catalonia Show», nueva versión ampliada del antiguo «Celtiberia Show» del genial Forges. Aunque a uno la situación le evoca más la imagen satírica de la revista «La Flaca», de 1873, que sirve de encabezamiento.

Si la CUP sigue haciéndose la estrecha y se niega a «prestar» los dos votos que Mas necesita para ser presidente, sólo hay tres alternativas: buscar para presidente a otra persona que predisponga a la CUP con mejor ánimo, convocar elecciones anticipadas o recurrir al «tamayazo». Y las tres son complicadamente endemoniadas para el independentismo.

La primera la rechazan de plano, cómo no, el propio Mas y sus fieles, o sea, lo que queda de Convergència –unos veintiocho diputados, de los 62 que tenía hace cinco años-. Dicho rechazo puede matizarse y modularse según se precipiten los acontecimientos. Convergència no es el PNV, y aquí no se puede mandar a Mas su casa como se hizo con Ibarretxe, pero la silla es la silla y llegado el caso, ciertas lealtades pueden entibiarse. No olvidemos la reunión en la que seis consejeros se le rebotaron al President, y que trascendió por algún consejero o consejera que se fue de la boca. En cualquier caso, si CDC accediera a cambiar de candidato, está acabada, y lo saben; sólo que con Mas, saben que también. Por ahora, al menos de puertas afuera, siguen prietas las filas. Pero la CUP también se mantiene en sus trece, de modo que por ahí, al menos hasta ahora, no parece que Mas vaya a salirse con la suya.

La segunda, disolver el Parlament y convocar elecciones anticipadas, genera auténtico pánico no sólo en CDC, sino en toda la candidatura de «Junts x Mas», incluida una cada vez más abducida ERC. Ciertamente, la convocatoria de elecciones anticipadas supone el reconocimiento explícito del fracaso del gran «éxito» electoral del 27-S, donde el independentismo puso toda la carne en el asador. Cómo reaccionaría el electorado es algo que se me antoja incierto, pero desde luego, no es descartable que la imposibilidad de haberse puesto de acuerdo redundara en perjuicio de todos los implicados en «Junts x Mas». También estaría por ver si la participación de los no-independentistas iba a mantenerse, a reducirse o a incrementarse, con los consiguientes escenarios que, en función de esta variable, podrían surgir. También es bastante probable que la convocatoria de nuevas elecciones suscitara una cierta desazón entre el electorado independentista. No me cabe la menor duda de que si las encuestas vaticinaran un aumento del independentismo de Mas –no el de la CUP-, las reticencias a unas nuevas elecciones serían mucho más tenues. En cualquier caso, sería muy difícil vender las nuevas elecciones como la superación de una nueva piedra en el camino a la tierra prometida: la imagen de fracaso sería insoslayable.

Queda el «tamayazo», recurrir al soborno para conseguir los dos votos necesarios para la investidura de Mas. Mucho me temo que no faltan en las distintas bancadas del Parlament actual individuos susceptibles de ser sumamente receptivos a dicha tentación. Pero a estas alturas del «procés», sería el golpe de gracia. La única posibilidad sería que el tal «tamayazo» pasara desapercibido, que se vistiera de forma que no trascendiera. Pero esto, estando como está Cataluña en estos momentos en el punto de mira, es prácticamente imposible. Tal como están las cosas, un «tamayazo» que posibilitara la investidura de Mas acabaría de deslegitimarlo sin punto de retorno ante cualquier posible instancia. Sin mayoría refrendaria, acosados por la corrupción y sin aliados externos,  el «tamayazo» sería la ya imposible huida hacia adelante; el último y malogrado truco, donde en lugar de un conejo, saldrían de la chistera vídeos con los Tamayos arrambando  con fajos de billetes de quinientos euros o con improvisadas regalías… Muy probablemente sería el final.
Y luego, hay un último aspecto: la penosa imagen de un supuestamente monolítico movimiento nacional incapaz, no sólo de obtener la mayoría, sino también de ponerse de acuerdo sobre quién ha de dirigirlo. Porque esto es lo que tienen los «movimientos», que los ha de dirigir siempre alguien. En fin, que “tot plegat, un espectacle molt espanyol”.

8 comentaris:

  1. Don Xavier, también cabe una cuarta posibilidad: el suicidio. Eso sin duda llevaría a Mas a las enciclopedias que tanto anhela y quedaría como todo un héroe. En fin, no quiero dar ideas...

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    1. No le veo yo a Mas pinta de Pierre Bérégovoy. Es de la escuela de Pujol, ni dimisión, ni suicidio y encima lecciones de moral.

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  2. Doncs jo crec que el seny, finalment, s’ha imposat. Els catalans ja sabem que és insensat, inadmissible, de bojos, continuar com fins ara, dintre d’Espanya

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    1. És plural majestàtic o vertaderament parles en nom de tots els catalans? En el meu no pas, eh?

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  3. La imagen de Cataluña y de los catalanes está quedando muy dañada con este desastre inventado por una conjura de chorizos y chiflados. Veremos hasta qué punto se ahonda, porque, además, ellos saben que está todo perdido desde el mismo 27 de septiembre: ¿te imaginas situaciones como una Cataluña presidida por Romeva? Ya los anteriores presidentes no es que hayan añadido lustre y gloria, pero este sería de risa.

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  4. Romeva o Munté, dicen ahora... advenedizos. Creo que no se dan ni cuenta del ridículo que están haciendo.

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  5. Pues ya está declarado "el solemne inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república". Xavier, ¿preparo entonces el pasaporte o esto llevará un tiempo?

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  6. Por si acaso, tráete el pasaporte. Aunque yo creo que llevará más de un tiempo... para nada, claro.

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