dilluns, 13 de maig del 2013

PREMIOS "BABERO DE ORO" (Nueva sección)



Desde “Vora la platja” nos complace anunciar la institución de los premios “babero de oro”.

Al igual que otrora se nos anunció que un fantasma recorría Europa, hoy recorre las Españas campando a sus anchas y arraigando hasta las trancas un no menos terrorífico espectro, más pertinaz que la caspa, con la secular impunidad de que han gozado siempre por estos pagos la estulticia, la ramplonería, el fanatismo, la intolerancia, la envidia, la contumacia y la insolente osadía de la ignorancia. Un espantajo, habría que decir en realidad, que como el Ave Fénix resurge fatalmente de sus cenizas, como la hidra reproduce multiplicadas cada una de sus cabezas seccionadas... O como el diablo, cuya mejor trampa es convencernos de que no existe, pero siempre reaparece.

El “babero de oro” se instituye como legítimo y merecido reconocimiento a todos aquellos sujetos, individuales o colectivos, que mediante algún acto público que les haga acreedores a tal merecimiento, puedan ser considerados, sin sombra alguna de duda, como genuinos e insignes “tontos de baba”. Un galardón simbólico que les permitirá, no menos simbólicamente, asearse de sus estultas excrecencias.

Los criterios de adjudicación serán objetivos y no deberán obedecer jamás a motivo alguno de discriminación por razones de lengua, ideología, clase social, origen territorial, sexo o cualesquiera otros que pudieran interpretarse como trato de favor a un candidato frente a otros, o a una acto fundante frente a otros.

Asimismo, “babero de oro” no juzga ni prejuzga una trayectoria determinada, sino que entiende sobre un acto fundante notoriamente merecedor del más olímpico de los desdenes y revelador de la catadura intelectual del galardonado, osea su inequívoca condición de tonto de baba.

No se considerarán, por lo tanto y bajo ningún concepto, las valoraciones y consideraciones morales que determinadas acciones puedan inevitablemente incorporar, ni los juicios morales que éstas pudieren insoslayablemente acarrear. Sólo se considerará pues, y sin más, la condición estulta que intelectualmente resulte inherente al acto fundante objeto de consideración.

Anunciamos la próxima apertura de una sección denominada “Galería de baberos de oro”, donde los galardonados con tal mérito constarán junto al acto fundante que les ha hecho acreedores a tal distinción.

La concesión de los premios “babero de oro” no está sujeta a periodicidad ni secuencia temporal alguna. Cada vez que un acto fundante se considere como eventual merecedor al “babero de oro”, se valorará debidamente y, si procede, se adjudicará. En el más que probable supuesto de que la inevitable concurrencia fuerce un proceso de selección, el dictamen será inapelable y ningún preseleccionado podrá reclamar derecho alguno al premio.

Se aceptará la inclusión de candidatos al “babero de oro” por parte de los pacientes lectores de “Vora la platja”, siempre con la debida salvaguarda que, de acuerdo con estos estatutos, compete a este blog en lo tocante a la eventual concesión del galardón. “Vora la platja” se reserva también el derecho a, en caso de duda, publicar en este mismo blog un “babómetro” a fin de que los pacientes seguidores de este blog puedan votar a su tonto de baba favorito.

Se excluye explícitamente la concesión retrospectiva de cualquier “babero de oro”. La inclusión de este precepto obedece exclusivamente al inabarcable volumen de trabajo que la extraordinaria profusión de tontos de baba entre los personajes públicos del país inevitablemente requeriría.

Ello no obstante, y en atención al entrañable acto fundante, ya muy lejano en el tiempo, que desencadenó la concepción y gestación del “babero de oro” ejerciendo de auténtica fuente de inspiración, se procede, excepcionalmente, a nombrar “babero de oro honorífico” y auténtico “Primus inter baberus aureus” al


Subcomisario Amedo

en la consideración y reconocimiento que merece el siguiente acto fundante:


Con motivo de una viaje cuyo objetivo era la contratación de un sicario portugués por parte de los servicios de inteligencia (SIC) de la policía española, y alojado en un hotel donde se cerró el trato, pagó la factura de su habitación con su tarjeta de crédito personal. Al parecer, se había fundido el metálico destinado al pago en un casino el día antes.

1 comentari:

  1. ¡Bravo! Aguardo impaciente el nombre del siguiente a(¿des?)graciado con el babero de oro. Con tal cantidad de candidaturas, me figuro que la selección será dificultosa, así que suerte al jurado, que la va a necesitar.

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