A una semana del «concierto patriótico»
del Camp Nou en pro de la independencia, sorprenden, de entrada, dos cosas. La
primera es la envergadura de ciertas ausencias; la segunda el silencio oficial
sobre ellas.
Si lo que se
pretendía era demostrar la unidad sin fisuras de todos los músicos catalanes en
torno al movimiento que nos ha de llevar a la independencia, lo cierto es que
más bien lo que se manifestó fueron significativas ausencias que deberían dar
que pensar. Porque más allá de los paniaguados de siempre y del eterno retorno
del retirado de la gorrita, faltaban precisamente los «grandes». Serrat,
Raimon, Sau, Pau Riba, el grupo Manel, otros grupos presentes sólo parcialmente...
y hasta Loquillo -que cante en castellano no debería ser excusa si acuden Paco
Ibáñez o Ramoncín. ¿No cabía aquí todo el mundo? Escasas alforjas, se me antoja,
para tan importante viaje.
Pero lo más sorprendente es
el silencio que se ha decretado sobre estas ausencias. Inasequibles al
desaliento e impasible el ademán, los think
tank del independentismo parece que han adoptado el principio según el cual
«el que no está, no sale en la foto»,
donde no salir implica no existir, y siguen pugnando por imponer su ficción sobre
una realidad cada día más resquebrajada.
Convencidos de su absoluto
control sobre los medios, las noticias sobre sus «éxitos» cada día se parecen
más a aquellos partes de guerra triunfalistas que el gobierno del Káiser
difundía a finales de la Primera Guerra Mundial, convirtiendo en brillantes
victorias las más estrepitosas derrotas y ocultando cínicamente la inevitabilidad del desastre que se
avecinaba. Luego,
claro, nadie entendió el Armisticio ni el tratado de Versalles.
¿Cómo lo explicarán aquí
y cómo reaccionaran sus enfervorizadas y crédulas huestes cuando ya no se pueda
ocultar lo evidente?
Això, però, no és nou. Tota la vida allò que no els ha agradat, no existia. Les morts civils són un fenomen constant des de fa trenta anys.
ResponEliminaCert, però els cementiris "civils" -simbòlicament almenys, ara per ara- comencen a estar massa plens. Hi ha massa gent que no "exiteix". Al capdavall, malgrat que facin veure que no ho saben, la realitat no la dicta TV3 o la Vanguardia subvencionada del Barbeta. És molt tossuda, la realitat. Ara ho estan començant a "descobrir".
ResponEliminaSalutacions!