La verdad es que uno ya no
sabe si se las está habiendo con la más redomada de las astucias o con la más
vergonzante de las vilezas. En cualquier caso, sí parece que el «procés» se está perdiendo una oportunidad de oro para
internacionalizar y difundir la causa indepe en el mundo mundial, aprovechando los
torpes errores del contrario. Porque la verdad es que con el proceso chirigota por el
referéndum barbacoa, se las están poniendo como a Fernando VII. Y es entonces cuando le atenaza a uno la terrible sospecha de que acaso esta oportunidad de oro se esté malogrando por falta de entusiasmo martirológico en los tres próceres patrios implicados.
No sé a ustedes, pero a uno le
cuesta imaginarse a Gandhi alegando ante el tribunal que no era una huelga de
hambre, sino que aquel día no tuvo ni para comer; o a Fidel Castro alegando que
estaba convencido de que el Fuerte Moncada llevaba años abandonado y que lo suyo fue una partida de caza
con unos amigos; o a Nelson Mandela manifestando su profundo respeto por las
leyes del apartheid y negando haber
tenido la menor intención de transgredirlas, después de liar la que lió…
Y claro, lo lógico era pensar
que ahora el «astuto» y sus «astutas» iban a aprovechar la situación para
declarar la ilegitimidad de las leyes españolas y su desobediencia a éstas; que
iban a dar la cara y que, alto y fuerte, iban a decir que sí, que montaron el
referéndum ¿y qué?; que ahí queda eso y a ver si tienen redaños
de meterlos en la cárcel; que iban a tener que entrar en la sala esposados y
empujados por la benemérita y que estas imágenes se difundirían por todo el
mundo como demostración de la opresión nacional que sufre Cataluña, ocupada
desde hace tropecientos años por la
fuerzas invasoras españolas. Y que un valiente y dos "valientas" estaban dando la cara por todo un pueblo. Con un par.
Imaginaba asimismo que con
esta actitud, el líder y las lideresas, la catalana trinidad «Mas & (Ortega
& Rigau)» marcaría el camino hacia la desobediencia inminente que reclaman
a los suyos, poniéndose como ejemplo a seguir. Y en definitiva, que iban a reafirmarse en las mismas declaraciones, arengas y bravatas que a diario
proferían para enardecer a las masas y conminarlas a la obediente desobediencia
debida contra la pérfida España…
Y va y resulta que no,
que la catalana trinidad se resuelve en el trío lalalá y que de la tragedia pasamos a la comedia. Porque parece ahora que lo del referéndum fue un
malentendido o algo que no iba con ellos, sin que alguno o alguna ni siquiera pasara
por ahí. Resulta que el "astuto" alega que no le avisaron de las responsabilidades
en que incurría de persistir en un referéndum/mojiganga cuyo mérito se atribuyó
jactanciosamente en exclusiva. Al parecer, también ahora resulta que todo fue
cosa del populacho y de los voluntarios, que por lo visto abrieron los
institutos a martillazos, o quizás, habrá que suponer ante la falta de desperfectos,
a la mágica voz del ¡Ábrete sésamo! del celebérrimo Alí-Babá, para
improvisarlos como colegios electorales. Y pues eso, que son inocentes, pero no
porque no acepten las leyes españolas y asuman orgullosamente haber hecho aquello de lo que se
les acusa, sino que fundamentan su inocencia en la negación de haber hecho lo
que proclamaron a los cuatro vientos estar haciendo. Lo primero podría ser un
juicio político; lo segundo, llámenle ustedes como quieran.
Yo lo llamaría un
insulto a la inteligencia, y a los infelices que creían estar obedeciendo el
mandato de unos líderes indignos que ahora niegan toda responsabilidad y se la
atribuyen a Fuenteovejuna. Y es que no estamos en
Fuentovejuna, sino ante un buffo
alcalde de Zalamea que niega después haberle dado garrote al capitán tunante, alegando
que fue el verdugo quien lo hizo. Por cierto ¿qué hubiera hecho luego el rey con un alcalde de Zalamea tan zafio y cobarde?
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