dilluns, 28 de setembre del 2015

LOS NUMEROS PÍRRICOS



Son aquellos números que, puestos en relación, se presentan como un éxito en el cometido del que surgen, y se interpretan cualitativamente como una victoria, aunque cuantitativamente representen una derrota. Los números pírricos se utilizan muy especialmente en las noches electorales para hacer pasar por éxitos lo que en realidad son batacazos. Su uso tiene efectos paliativos en el estado de ánimo, pero su abuso crea dependencia y presenta efectos secundarios, como la pérdida de sentido de la realidad o el autoengaño, entre otros. Veamos si no.

La candidatura «Junts pel Sí» afirma haber ganado contundentemente  las elecciones catalanas de ayer, elecciones camufladas de plebiscito o, mejor, plebiscito camuflado de elecciones. Ha obtenido 62 diputados, exactamente los mismos que hace cinco años (2010) obtuvo el Sr. Mas solito, antes de perder 12 y quedarse con 50 cuando avanzó los comicios en el 2012, con la confesada intención de obtener una mayoría excepcional. «Junts pel Sí» obtuvo ayer un total de 1.616.962 votos, un 39,57% del total de los votos emitidos.

Hace sólo tres años, los grupos que ayer concurrían juntos bajo el manto de «Junts pel Sí», obtuvieron por separado, 1.116.259 votos el Sr. Mas, un 30,70% del total, y 498.124 ERC, un 13,70%. Juntos sumaron 1.614.383 votos, un 44,4% y 72 escaños. Y 2.579 votos más que en el 2012, sí, pero con casi un cinco por ciento menos, -4,83%, que en las anteriores elecciones y 10 diputados menos. Los 2.579 votos de incremento no compensan el aumento de la participación, que pasó del 67,76 en 2012, al 77,44% de ayer. Se puede decir que conjuntamente han aumentado, pero entonces habría que decir también que del aumento de participación, incrementada en un 9,68%, 734.354 votantes, con un coeficiente del 0,003, sólo un 0,3% ha votado a la candidatura del Sr. Mas. Un 3 por mil que no es para tirar cohetes precisamente.

Y si era un plebiscito, que por algo irían sin programa sus propios convocantes, entonces nos quedamos en que el 39,57% de ayer, frente al 44,4% de hace tres años, les aleja aún más de los porcentajes a partir de los cuales la gente normal se siente autorizada a decir que ha ganado un referéndum. Sí, están las CUP, pero a estos hay que echarles de comer aparte. De todas maneras, si al 39,57% de Mas&Cia le sumamos el 8,21 obtenido por las CUP, tenemos, plebiscitariamente hablando, un resultado global del 47,78% a favor de la independencia. Y eso es perder un referéndum, se mire como se mire. Y si consideramos que este 47,78% era hace tres años un 47,87%, incluso podríamos decir que globalmente el independentismo ha bajado una décima.

Por lo tanto, y con los números en la mano, Mas&Cia pierden 10 escaños y un 5% en porcentaje. Y de los nuevos votantes, sólo un 0,3% les vota. El restante 99,7% va o a opciones no independentistas o a las CUP. Escasas alforjas para el viaje en que nos quieren meter.

Pero ayer, el candidato Romeva, Artur Mas y este genio de la política que es Oriol Junqueras, estaban exultantes por los resultados obtenidos, y decididos a llevar adelante la independencia. Obviamente, recurrieron a los números pírricos ante unas multitudes anuméricas que siguen convencidas de que han ganado. Sigue a estas alturas preguntándose uno cómo podían estar tan contentos. ¿De qué se reían? ¿No saben contar?

Pirro (318-272 a.C.), rey del Épiro, fue un general de la antigüedad que se hizo famoso por la peculiaridad de sus victorias militares: acostumbraba a pagar por sus victorias un precio más alto que sus enemigos por las derrotas. En cierta ocasión, después de una de estas victorias contra los romanos, exclamó “Otra victoria como esta y vuelvo solo al Épiro”. Algunos van por el camino.
¿Lo entenderán?

10 comentaris:

  1. Gran definición esa de los números pírricos, Xavier, tendrá que pasar a los manuales de teoría política y me atrevería a decir que hasta a los de matemáticas. A Mas le ha salido todo al revés, ha sido un guantazo histórico (como él quería) y muy beneficioso para todos. Un abrazo.

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  2. La cosa es como sigue:

    Los partidos netamente independentistas han obtenido: 48,5% de los votos
    Los partidos netamente unionistas (Ciutadans+PP+PSC) han obtenido: 39% de los votos.

    Este es el único referéndum que vale. Pretender introducir a Podemos o Unió en el mismo saco unionista que el PP no es de recibo. Habría que ver qué votaría esa gente si el dilema fuera sólo SI o NO. De hecho, ya se vió que algunos de ellos votaron SI (Colau, Pisarello, Rabell, Camats, etc), pero me callo.

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    1. Me pregunto, en cambio, por qué si le parece de recibo meter en el mismo saco que a las CUP a la Sra. Núria de Gispert, a Joan Rigol, a mossen Ballarim o al propio Mas;¿Y por qué me aumenta en casi un punto el porcentaje de voto independentista, que sitúa en el 48,5%, cuando en realidad es del 47,7% ¿Han criado? Pues menos mal que se calla, porque sino, y al paso que va, acabará incluyéndome a mí entre el voto independentista para que le cuadren las cábalas. Y lo de su lúcida distinción entre el voto "netamente" independentista y el "no-netamente" independentista ¿pues qué quiere que le diga? No es que sea risible, es que es carcajeable. Que después de todo lo que han estado diciendo de Rabell y CSQEP durante la campaña, ahora me lo incluya con los suyos, vamos, es que tiene delito. ¡Venga hombre!

      Curioso esto de los números pírricos. Veo que es usted un experto en el arte de su manejo. Felicidades. Pero no se olvide de los efectos secundarios...

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    2. Creo que salta a la luz que la Cup y la Sra. Gispert comparten el mismo deseo de independencia para Catalunya, también creo que es evidente que el PP y el señor Rabell no comparten el mismo deseo unionista, es más, es sabido que Rabell, Pisarello, Colau, Camats, etc votaron SI a la independencia. La realidad es compleja y, aunque es cierto que requiere cierto esfuerzo intelectual, bueno es no caer en el burdo reduccionismo que significa meter a todos los que no votaron SI en el mismo saco.

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    3. Exactamente igual que meter en el mismo saco a todos los que sí votaron NO. Para empezar, en Cataluña hay independentistas, no independentistas y anti-independentistas. Los independentistas son nacionalistas catalanes, los no-independentistas son, por lo general, no-nacionalistas, y los anti-independentistas serían los nacionalistas españoles. Matices los hay luego en todos los sectores, desde el españolazo que quiere meter a la legión en la Plaça Catalunya, hasta el independentista que se relamería perteneciendo a la brigada político-social catalana persiguiendo a los que no se saben de memoria la letra dels Segadors.

      Ahora bien, es desde el propio independentismo que se plantearon estas elecciones como una dicotomía entre independencia o no-independencia, y salió lo que salió: un 47,78 que sí y un 52,22% que no. No desde mi planteamiento, si quiere usted, pero sí desde el modelo como se plantearon estas elecciones por parte precisamente de quien las convocó con esta finalidad. Luego, que las tonalidades de grises o todo el espectro cromático aplicado a ambos lados indique que no es tanta la uniformidad, claro que no, pero en ambos lados. No vale hacerlo sólo en uno, porque es simplemente hacer trampa. Sin ir más lejos, conozco a mucha gente que votó por la independencia que muy probablemente no lo haga en otra ocasión, según como vayan las cosas. O sí, simplemente no lo sé, por eso no especulo tanto y me quedo con los datos, los hechos, que han de ser la fuente de toda interpretación.

      Pero lo que no vale es plantear una elecciones como una elección de trinchera y luego, como resulta que en la mía hay menos, empezar que si en la otra los hay que no entendieron el mensaje o que no son comparables entre ellos y que si bla bla bla. Porque quien habló de trincheras fue el independentismo de Mas -no las CUP, o en muy menor medida-. Y si luego empezamos que si la Colau o el Rabell son independentistas, pero no entendieron el mensaje, y como ellos tantos otros que si esto o aquello, pues mire, o es que son imbéciles o que el planteamiento imbécil era la dicotomía independencia o no-independencia. Para empezar, mucha gente votó Sí-Sí en la mojiganga, para manifestar su desacuerdo con la cerrazón del Estado, como yo mismo hubiera podido hacerlo. Si este es el caso de Colau o Rabell, pues según han dicho parece que sí, y a eso me remito a juzgar por su posterior actitud y posicionamiento. Por lo demás, como comprenderá, no soy ningún hermeneuta de los inescrutables designios colauianos o rabellianos. Ni creo que usted lo sea tampoco. Lo demás, amigo Molotov, son brindis al Sol con gaseosa.

      Ah! y no confundamos a los partidarios de que se realice un referéndum con independentistas. Que esta es otra. No tengo ahora a mano las encuestas, pero creo recordar que los partidarios de la celebración de un referéndum en Cataluña son más o menos el 75 o el 80% de la población catalana, entre los cuales me incluyo -como sabrá usted bien si ha ido siguiendo este blog-, mientras que ahora sí sabemos que los partidarios de la independencia están en un 47,78%. Y esto es lo que hay hoy por hoy. ¿Mañana? Pues no lo sé, no tengo ninguna bola de cristal para conocer el futuro, a diferencia de algunos que sí parecen tenerla a su disposición. Muchas gracias por sus aportaciones y un cordial saludo.

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  3. Pildoras de sabiduría aritmética:

    La extrema izquierda en Catalunya (CUP+CSqP) ha obtenido los mismos, mismitos votos, que Ciutadans (17, 5% – 720.000 votos)

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  4. Pildoras de sabiduría aritmética:

    De todos los partidos la CUP ha sido, de lejos , el que ha crecido más (126.000 –>336.000), ha TRIPLICADO el número de votos. Ha crecido más que Ciutadans.

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    1. Mire usted, si a la edad de un año la multiplica por cinco, tendrá cinco años, pero seguirá siendo un niño. Si a la de 35, la multiplica por dos, tendrá 70 y será un viejo. Por cierto, dale que dale con los número pírricos: el triple de 126.000 son 378.000. Se pasa usted de 48.000 votos. ¡Pero hombre! ¿No se da usted cuenta de que es un contumaz?

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    2. Perdón, de 42.000 votos, no de 48.000, las cosas como sean.

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  5. Además, es estéril todo esto de las cifras, lo digo incluso aun estando clarísimo que al independentismo se le han vuelto en contra: solo siendo unos locos de remate se les ocurriría seguir adelante con su plan en las condiciones actuales. Y aun así, insisto: romper un país no es una decisión cualquiera y Mas y sus seguidores no hubieran tenido legitimidad para hacerlo aunque hubieran reunido el 80% de los votos, cosa de la que han estado y estarán siempre muy lejos. Ese carácter plebiscitario se lo inventó él y solo vale para él: es Artur Mas el que se tiene que adaptar al mundo, y no el mundo a Artur Mas. Al contrario que Ibarreche, ha omitido un factor clave: el del ámbito de decisión, y como Cataluña es España (es lo que hay en nuestra historia, nuestra sociedad y nuestras leyes, les guste o no a quienes no quieren ver la realidad), el ámbito de decisión es España, que no está por el separatismo, así que de nada le sirve su infantil táctica del avestruz, y menos aún, eso de la declaración unilateral: eso es una medida de fuerza equivalente a un golpe de estado, parece mentira que quienes la defienden estén encima machacando con que ellos son los demócratas. No me explico cómo quienes vivís en Cataluña podéis soportar a un gobernante que lleva cinco años o más desentendiéndose del gobierno, arruinando a la comunidad y ensimismado en un muy perjudicial y absurdo desafío separatista.

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