dimecres, 19 d’abril del 2017

Todos con ESO (E pluribus unum)



La guerra contra el fracaso escolar acaba de experimentar un avance decisivo. Un nuevo Real Decreto establecerá que ya no será necesario aprobar la ESO para obtener el título. El fracaso escolar tiene los días contados y vamos a ser la envidia del mundo. Es la solución final que, con tanto debate teórico y académico, no nos habíamos percatado hasta ayer que estaba al alcance de la mano. Bastaba con poner manos a la obra.
Una vez más, España se ha superado a sí misma y sin duda se convertirá muy pronto en el modelo educativo a seguir para los demás pueblos del mundo mundial, y para escarnio de las naciones que nos difamaron con la leyenda negra. Que se vayan preparando porque ESO no lo va a parar ni PISA ni naide.
Y aprobado por unanimidad: Estado, CCAA, partidos políticos, nacionalismos centrípetos y centrífugos, la comunidad «educativa»… Todos de acuerdo en un consenso nunca antes visto. Cuando se trata de lo esencial, los pueblos de España responden al unísono como una sola voz. E pluribus unum, he ahí la verdadera divisa hispana (...)
 
El resto del artículo, aquí.

4 comentaris:

  1. Voy a darte al mismo tiempo el pésame y la enhorabuena: D.E.P. la enseñanza pública y felicidades por este magnífico responso.

    ResponElimina
  2. Muchas gracias, aunque ciertamente preferiría no merecerlas. Un saludo.

    ResponElimina
  3. Xavier, a esto en mi pueblo se le llama "recular". Empezaron con grandilocuentes referencias al esfuerzo, a la disciplina, al conocimiento...hasta que se dieron cuenta de las consecuencias de apretar tanto al personal. Y claro, ningún gobierno quiere tener sobre sus espaldas malos resultados en PISA o estadísticas "feuchas". Así que, "mejor no meneallo, Sancho". Vuelta a la LOE, cuando se podía titular con dos e incluso tres suspensas. ¿Podéis distinguir los diferentes colores políticos en materia educativa? Yo soy político-daltónica.
    Enhorabuena por el artículo.
    Saludos de Pilar.

    ResponElimina
  4. Muchas gracias, y sí, yo también me siento daltónico en materia de política educativa, y en tantas otras. Un saludo.

    ResponElimina