Suerte tuvimos todos en que La República no hubo sido. Ay, de nosotros si aquel engendro hubiese tenido continuidad. ¿Hay espectáculos más dantesco acaso que el de las masas intentando erigirse en dueñas de sus destinos? Las masas, ay, suelen exhalar odio por sus poros, y no hay nada que pueda mitigar su hedor cuando van decididas a cambiar la historia. Sí, hieden, a muerte, fanatismo y solidaridad.
Mucha afectación detecto en su locución, mi anónimo comentarista. Tanto que hasta me da sea fingida. Porque desde luego que de ser sinceras sus expresiones, tiene usted un problema personal muy grave. Y de problemática curación. Que le sea leve.
Suerte tuvimos todos en que La República no hubo sido. Ay, de nosotros si aquel engendro hubiese tenido continuidad. ¿Hay espectáculos más dantesco acaso que el de las masas intentando erigirse en dueñas de sus destinos? Las masas, ay, suelen exhalar odio por sus poros, y no hay nada que pueda mitigar su hedor cuando van decididas a cambiar la historia. Sí, hieden, a muerte, fanatismo y solidaridad.
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