Serán sin duda preguntas muy
tontas, pero es que uno debe ser tonto de baba o, como mínimo, a esta
conclusión está llegando. Es como cuando te dicen que el PIB va a crecer este
año «sólo» un 2,7%, pero a ti te va a representar, como mucho, un 0%, sin
contar la inflación, y encima se quejan… No los del 0% o menos aún, sino los otros. No sé, pero a uno le suena a
lo del Roberto de las cabras o a las cuentas del Gran Capitán. Algo hay que no
está claro.
Ahora resulta que en vísperas
de elecciones anticipadas –en junio de este año o del que viene, fetén-,
Mariano Rajoy apuesta por un horario laboral que concluya la jornada de trabajo, nos dice, a las 18h. Inspirándose,
hay que añadirlo, en los horarios de Portugal. Supongo que por razones de
proximidad; el alemán o el holandés, más lejanos, deben concluir bastante antes,
de modo que hagamos como los portugueses. En serio, demasiáo
pal body.
No es que uno tenga nada contra
la racionalización horaria. Pero me pregunto si en Portugal, o en cualquier otro
país, hay policías, bomberos, médicos, marinos –país de tradición marinera es
Portugal, tenía entendido-, empleados de funerarias, camareros, cocineros,
monitores de las más variadas actividades lúdicas, y lúbricas… o militares,
controladores aéreos, ferroviarios, curas (ésos sí tienen horario, pero han de
atender la extremaunción a cualquier hora), oenegeros
variopintos, serenos (ésos ya no existen, cierto, substituidos por
seguratas), taxistas, plataformeros petrolíferos, pilotos, azafatas y sobrecargos de vuelo, locutores, presentadores y trabajadores de televisiones, radios y
prensa 24h, trabajadores por turnos en empresas que no pueden detener la cadena de producción, vendedores a destajo, empleados de la dependencia (alguien ha de estar
por la noche, digo yo), operarios telefónicos de Jazztel, pescadores de bajura
y de altura (no sólo marítimos, sino de toda laya y jaez, por lo de «pescadores», dedicado a Félix de Azúa y a sus comentarios sobre Ada Colau, más propios de
un ganapán que de un académico), emprendedores variopintos, empresas logísticas
de esas que hablaba Manuel Castells en «La era de la información», que a las
tres de la madrugada compras telemáticamente un gadget y a las dos horas te
envían un email informándote que tu producto ha salido ya del aeropuerto de
Hong-kong, a las tres que ya está en Singapur, y que a las dieciocho estará en
el oportuno «hub» europeo desde el cual, en 24 horas, aterrizará en el
aeropuerto más próximo a tu villorrio y, en 12, te lo entregarán a domicilio
(con las debidas notificaciones, casi en tiempo real, sobre la ubicación, no menos
real, de tu compra en cada momento)… O jardineros el cultivo y cuidado de cuya
planta requiera atención horaria «irracional», como sembrar en luna nueva y
podarla en llena; o campesinos que de sol a sol… y no hay tutía.
Discúlpenme por la retahíla.
Pero es que me hace gracia. ¿Qué porcentaje de población laboral es la ocupada en
estos sectores –y me dejo muchos- enumerados en el párrafo anterior? No lo sé,
pero no debe ser muy difícil averiguarlo. Ni siquiera en un país con tanto
empleo estacional como el nuestro. Apuesto que más del 60%. Y ya puestos, como
docente ¿Quién no corrige exámenes o ejercicios en fin de semana, si los ha
puesto en viernes -o a cualquier otra hora no homologable de cualquier día-, o recibe a padres de alumnos a cualesquiera horas,
intempestivas de acuerdo con el gurú Punset
-cuyos hábitos horarios desconocemos, pero de cuya provecta edad se infieren ciertas observancias insoslayables-, y demás voceros del invento al que
ahora se apunta Mariano?
Así que me pregunto: ¿Quién
acabará su jornada laboral a las 18h que hasta ahora la acabara, pongamos que a las
19h o 20h? Me temo que casi nadie. Porque de los que quedan, un sector nada
desdeñable se corresponde a aquéllos que por la mañana no van y por la tarde no
trabajan; también están lo de las tarjetas black, los sobretones y el momio, que salen en las encuestas, pero cuyo horario es irrelevante en términos de productividad y de racionalización. ¿Es para esos la racionalización horaria? ¿O a qué estamos jugando con
tanta palabrería? Puestos a hacer, se lo podríamos preguntar a los portugueses.
Mejor que no, se carcajearían.
Una cosa es que haya, siempre
los ha habido, sujetos a quienes lo que les molesta es la farándula; eso de
que restaurantes, bares, bingos, casinos, cines (los pocos que van quedando) y
demás antros de disipación moral y molicie ética, estén abiertos hasta las tantas -que tampoco-. Siempre hubo
gente así de resentida y bajuna, y siempre la habrá. Pero que lo digan claro.
Porque si no, entonces ¿Qué hemos de entender por «racionalizar» los horarios
de urgencias médicas? ¿O de bomberos o policías? Etcétera, etcétera, etcétera…
Pero claro, Mariano se ha de
apuntar a lo fashion, porque piensa
que lo tiene mal. Y eso es fashion. A partir de las 18h todos a… dormir. Sin televisión,
encima, porque tampoco trabajarán los de la tele ¿O sí?. Si como mínimo los del sector eléctrico
(nucleares incluidas) siguen trabajando en horas inadecuadas, igual hasta leemos todos
algo más; y también es verdad que a más de uno, sobre todo a los que sugieren
tales patochadas, les podría resultar de mucho provecho. Según lo que lean, claro.
Y si no hay ni luz eléctrica.
Pues lo otro… No hubiere mal que por bien no viniere. A lo mejor se trata de
esto. ¿No está tan mal la demografía?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada