Le pidió el escorpión a la
rana que le transportara al otro lado del río. “No” le respondió la rana “Que
tú picas con tu aguijón y matas; y en medio del río, llevándote encima, no me
podré defender”
“No seas tonta”, argumentó el alacrán “¿Cómo iba a barrenar mi propio barco? Si te aguijoneo y te mato, yo me
ahogaría en el río ¿no lo ves?
A la rana el argumento se le
antojó racionalmente impecable –como al pavo inductivista de Russell-, así que
accedió a transportar al escorpión a través del río. Más o menos a la mitad del
recorrido, la rana notó en su lomo un pinchazo mortal. Le quedaban dos o tres segundos
de vida.
“Estúpido”
le
espetó al alacrán “¿No ves que tú también
te vas a ahogar? No sobrevivirás a lo que queda de río”.
“Es
que no puedo más, es mi naturaleza”.
Moraleja… Quien con garrulos
viaja, acaba como ellos.
(Cualquier
parecido con la realidad catalana actual es pura coincidencia)
Pero
como decimos en catalán “qui sigui frare,
que en prengui candela”
Pues mire don Xavier que siempre ha pensado que Pujol tenía cara de alacrán y va usted y me lo refresca. Para ranas, los catalanes que se han subido a sus lomos. Un cordial saludo desde Salamanca.
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