"Esa
es una de las tragedias de la izquierda. La izquierda de mis tiempos era
cientificista y la de ahora es anticientificista. Hay quienes creen que lo
social es espiritual y no se puede encender científicamente sino intuitivamente
(...) Encontramos incluso científicos que creen en la homeopatía y niegan la
medicina basada en la biología. Es una desgracia"
Así se expresa Mario Bunge
en la excelente entrevista publicada en Catalunya
Vanguardista, tras ser preguntado por las vinculaciones entre el
posmodernismo y las ideologías «progresistas». Algo más adelante afirma:
"El
Estado moderno no puede quedar en manos de aficionados"
Ayer por la noche tuve la
oportunidad de ver por televisión a Alfredo Pérez -también conocido por su
segundo apellido, Rubalcaba- pavoneándose en un mitin de los grandes logros de
su partido en materia educativa. Su discurso fue una apología de la LOGSE y de
sus «maravillas». Él, que como ministro de educación que fue, es uno de los
más significados culpables, no sólo no pide perdón por el inmenso fiasco de la
LOGSE, sino que encima saca pecho y se fanfarronea a propósito de uno de los
fracasos más sonados del PSOE. Una ley, la LOGSE, que ha conseguido
desestructurar la enseñanza y que nos ha situado en el vagón de cola educativo
de los países desarrollados. Mientras tanto, la Valenciano aplaudía
entusiásticamente y la asistencia lo jaleaba enfervorizada.
Primero, me indigné, luego
vinieron a mi cabeza estos fragmentos de la entrevista a Mario Bunge. Que cada
cual extraiga sus conclusiones.
Esta es la izquierda que ha gobernado y puede gobernar, y la que ha hecho las leyes de educación. Y la derecha que gobierna apoya que la homeopatía no tenga que demostrar que sea eficaz para poder vender sus productos, y nos dice como argumento que tal cosa se hace ya en los países más avanzados (las cosas son tan malas o peores en Alemania o los EEUU):
ResponEliminahttp://www.elmundo.es/salud/2013/12/03/529e0579684341f76e8b4570.html
Cualquier lucha por la racionalidad, la educación o la cultura va a ser siempre contra los políticos, o al menos al margen de los políticos.
No podría estar más de acuerdo contigo, amigo Bacon. La lástima es que a la izquierda realmente existente, hoy en día no hay nad que oponerle, porque la que no ha gobernado ni gobernará, tampoco es que sea mucho mejor, sólo, quizás, más dogmática y mucho más dispersa. Es decir, más paja mental.
ResponEliminaUn saludo