Un
señor acude a una pajarería para comprar un loro que hable. El dependiente, que
no dispone de loros en aquel momento, le enchufa una lechuza asegurándole que
si la instruye debidamente, aprenderá a hablar. Al cabo de unas semanas, el
comprador viene a por comida para el pájaro y el dependiente le pregunta, algo
socarrón: "¿Qué? ¿Ya aprendió a
hablar el pájaro?" "Todavía no" le responde el comprador
"pero no tardará, porque siempre que
me pongo a enseñarle, se fija tanto, se le ve tanto interés... vamos, ¡que con
los ojazos de atención que pone es imposible que no aprenda!"
Lo
de la Sra. Acaso y su rEDUvolution me temo que va por ahí. Como la lechuza -la
del chiste, que no la de Minerva, que no la de Minerva...-, María Acaso ha
fijado su atención en algo, pero como el dueño de la lechuza, no ha entendido
nada. Fíjense si no en su proyecto tal como lo describe wikipedia, tal vez por inspirada por ella misma:
"Su proyecto intelectual consiste en hibridar la pedagogía y la
educación artística con otras áreas de conocimiento mezclando la semiótica, la
filosofía, el arte emergente y el nuevo feminismo para llegar a metodologías
que, una vez desarrolladas en la realidad, conecten la práctica educativa con
la sociedad posmoderna que nos rodea."
Pues
eso. No sé por qué esta jerga me evoca la obra "Imposturas Intelectuales" , ¿Por qué será? ¿O tal vez el palabro se le subió a la cabeza un buen día, en alguna de
esas reuniones con los amigos a que ella misma alude -rEDUvolution, obsérvese el toque de modernidad y buen gusto, de ser
algo sería un término en lengua inglesa- y pensó que tenía que dotarlo de
contenidos? Es decir, autor en busca de significado para su palabro. Y con lo
eufónico, guay y trenddy que suena rEDUvolution,
sería una lástima no hacer un libro sobre ello... Si fue una reunión de amigos ¿Qué tomarían?¿No habría niños?
Como en "Sopa de Ganso", cuando al quejarse
el "premier" Rufus T. Firefly
de lo abstruso de un informe y asegurarle el ministro que aquello "lo entiende un niño de teta", el
inefable Groucho replica ¡"pues que
me traigan un niño de teta"!.
Que no, que no, que por más interés que le ponga, una lechuza no aprenderá a hablar. Pero eso sí, se fija mucho.
La de veces que he encontrado repetida en la realidad la escena de Sopa de Ganso. Lo de esta mujer es para hacérselo mirar. Muy bien traído lo de la lechuza.
ResponEliminaVirgen santa! Item más: como he llegado al conocimiento de su interesante ciclo sobre la charlataneria pedagógica, me permito enlazarle lo siguiente de El Mundo:
ResponEliminahttp://www.elmundo.es/ciencia/2014/02/09/52f53ffb22601db4708b4583.html?a=90b611937727fa7ae3b6ec0286a90296&t=1391940425
Va de suyo que al final se dicen las cosas claras , señalando al único culpable: el docente irredento.