dimarts, 27 d’abril del 2021

Roma traditoribus non praemiat, o a la búsqueda de la causa perdida

 

Observo con cierto azoramiento las distintas tentativas de vindicación de los movimientos de renovación pedagógica –en adelante mrp’s- que se están produciendo últimamente, como colados de refilón pero en vagón de primera, emitidos desde antenas directa o indirectamente vinculadas a estos mismos movimientos. ¿Camaleonismo? ¿Transfuguismo? ¿A la caza de nuevos comederos? ¿Paulina caída del caballo camino del Damasco educativo?...

De todo habrá, sin duda alguna, y allá cada cual con su conciencia. Pero resulta muy zafio recurrir al funambulístico argumento de la supuesta impostura perpetrada por instituciones educativas -o paraeducativas- patrocinadas por las «multinacionales», así, con un par, que aprovechándose arteramente del no menos supuesto prestigio social de los mrp’s, habrían fagocitado su ideario para revestirse con los ropajes de sus infelices presas, ocultando así, como el lobo de Caperucita, su auténtica naturaleza predadora. Una audaz impostura que exoneraría a estos mrp's de cualquier responsabilidad en los desmanes educativos de los últimos años, y de los que se anuncian para los venideros. Queda con ello a salvo no solo su «prestigio», sino también su ideario. Y aquí paz y allá gloria…

Vaya por delante que por algo será que se fijaran en ellos como víctimas propiciatorias, y que eso del prestigio social de los mrp’s es algo que me resulta completamente ajeno y que no comparto en modo alguno. Pero el recurso a la impostura sigue sin servir en ningún caso como vindicación. Porque entonces, una vez eximidos de cualquier responsabilidad, se los está categorizando como tontos útiles; como involuntarios palmeros de sus propias propuestas, caídos en la cuenta de que han resultado ser no solo suyas, sino incluso acaso de prestado y con el derecho de corso periclitando.

Y la realidad es muy otra: han sido, y son, cómplices entusiastas que han ejercido de tropa de choque, con una abnegación digna de mejor causa, en la imposición de las reformas educativas que ahora aparentemente denuestan. Unas «innovaciones» y un ideario pedagógico que, por aquello de las «afinidades electivas» -o infeliz serendipia, qué más da-, sintoniza por igual con las antenas educativas de las multinacionales que con los repetidores de las emisiones de la Sra. Celaá o tantos consejeros de educación, entre cuyos equipos asesores, por cierto, brillan con luz propia conspicuos miembros de los mentados mrp’s y organizaciones afines. ¿En qué quedamos entonces?

Seamos claros. En el organigrama del proyecto de destrucción de la enseñanza pública, los mrp’s son a las reformas educativas lo que los camisas pardas de las secciones de asalto fueron al partido nazi. Y si no han conseguido afectar con tanto ímpetu a la privada, es porque no se lo han permitido. Si ahora resulta que han tapiado las puertas giratorias, pues será porque ya no se precisa de sus servicios. ¿Que algunos se han quedado en el mismo borde del dintel? Roma traditoribus non praemiat, o solo a algunos… ¡Haber aprendido latín!

Por esto también me hastía cada vez más el arreciar de las despechadas peroratas contra las multinacionales y sus antenas educativas, ya sea el FMI, PISA, Bolonia, la OCDE, la Caixa o el sursuncorda. Simplemente porque no me parece honesto, ni juicioso, atribuirles en exclusiva la culpa de la destrucción de la enseñanza pública, para escamotear la propia. Si a estas alturas todavía no nos hemos enterado de la película, mejor hacérnoslo mirar. Y es que además es lógico que propugnen lo que propugnan, va con su naturaleza, han entendido perfectamente lo que hay, y al menos son coherentes. Lo que ya no es tan lógico ni coherente es que el desatino educativo que estamos viviendo se haya propiciado, impuesto, desde el estado y sus administraciones públicas -centrales o autonómicas, que de grado o a su pesar, ambas son «estado», no está de más recordarlo-.

Seguro que a las «multinacionales» les va muy bien con todo esto y que muy probablemente se refocilen con ello. Pero yo no elijo con mi voto a los miembros de sus consejos de administración, sino a los representantes de los poderes públicos, que son quienes establecen las políticas educativas. Y es a ellos que culpo del estropicio, por haber abdicado de sus responsabilidades y por haber perpetrado una auténtica estafa social. Y a sus sicofantes, entre los cuales incluyo a los mrp’s, cuyo papel en todo este despropósito se me antoja tóxico sin más.

En definitiva, y parafraseando la vieja canción, tan sucias están las manos que promueven la liquidación de la instrucción pública, como las de quienes la aplauden o la han llevado materialmente a cabo. Y no me parece de recibo cargar contra unos a la vez que se redime a otros; máxime cuando son estos mismos «otros» quienes se autoexoneran en su proteica mismidad, aduciendo una inverosímil impostura que no es tal, sino complicidad culpable.

¿Lo del Bachillerato competencial? Una vuelta de tuerca más en la siguiente fase de la campaña de cerco y aniquilamiento de la instrucción pública. Queda una larga marcha por recorrer… y no parece muy aconsejable cargar con el sobrepeso de equipaje aportado por un caballo de Troya que no solo lastrará el camino, sino que pretende marcar la ruta…

Bueno, pues esto es lo que pienso de los movimientos de renovación pedagógica y me ha parecido oportuno decirlo.

dimarts, 20 d’abril del 2021

PRÓXIMA PRESENTACIÓN DE 'EL INFORME OHLENDORF', DE JORGE SÁNCHEZ






El próximo 28 de abril tendré el honor de participar en la presentación de 'El informe Ohlendorf', una obra sobre la cual solo diré, por ahora, que me cuesta no empezar ahora mismo a relatar. Lo haré en compañía del autor, con Eva y con Robert. Allí os esperamos.


El enlace AQUÍ

Y la entrevista en Catalunyavanguardista ACÁ



PANEM ET CIRCENSES, O EL PODER DEL DINERO

 


No sigo el fútbol ni me interesa -solo como fenómeno social-, pero tampoco sigo ni me interesa Miguel Bosé -ni siquiera como fenómeno social- y no por ello consigo evitar enterarme de sus opiniones sobre la pandemia. Es todo un síntoma que las evacuaciones de un orate merezcan más pábulo mediático que las de cualquier científico que esté investigando sobre els SARS-CoV2. Pero, claro ¿hubiera tenido la misma audiencia la entrevista a un eminente científico que la que tuvo el histrión en la del último fin de semana? Audiencia, le llaman, y esto es negocio, dinero. Al científico que le den.

Así que por una vez hablaré de fútbol y de este proyecto de Super-liga europea que promete ser el culebrón que ocupará los titulares de todos los medios durante las próximas semanas. Ya no hay pandemia, ya no hay crisis económica ni pésima gestión sanitaria; ahora lo que cuenta es si van a echar al Madrid y al Barça de la UEFA y de la FEF, o si el proyecto seguirá adelante. Panem et circenses de toda la vida. Por eso nos quieren quitar la memoria, para que no nos demos cuenta que se repiten más que el ajo.

En apenas algo más de veinticuatro horas la noticia ha corrido como reguero de pólvora. Doce clubes de fútbol europeos, que serán quince que al final se han de convertir en veinte, han decidido constituir su propia competición al margen de instituciones tan nobles como esa Cosa Nostra que son la FIFA, la UEFA o la FEF y cualquiera de sus antenas federadas. Estas, a su vez, plenamente conscientes de que les va en ello el condumio, han reaccionado como impulsadas por un resorte, amenazando con suspender a estos equipos y a los jugadores que participen en esta nueva competición. La polémica está servida, y la bronca también. No es que se estén jugando el pan, no nos engañemos, se están jugando el caviar. Y con las cosas de comer no se juega… Hasta el premier británico, el «helenista» Boris Johnson, se ha permitido manifestar su consternación por el proyecto, que no parece casar muy bien con su Brexit. Y es de suponer que si la reina de Albión no ha dicho nada, es porque está guardando luto oficial.

La mayoría de programas de debate político empezaron ayer con la Super-liga como plato fuerte, algo que, por otra parte, atendiendo a que una buena porción de estos tertulianos profesionales -ahora se les llama analistas- provienen de las filas del periodismo deportivo, les brindó la oportunidad de volver por sus fueros… A nosotros nos permitió constatar que son unos indocumentados que se mueven entre el tópico y la demagogia, tanto en un ámbito como en el otro…

Vayamos al grano. Resulta que estos doce clubes de fútbol -seis ingleses, tres italianos y tres españoles- han decidido constituir una NBA europea. Que sea el fútbol en lugar del baloncesto no es relevante; o sí lo es, pero no por su actividad, sino por su repercusión y los dividendos que comporta. Y como no podía ser de otra manera, se trata de los equipos más potentes en todos los sentidos. El «alma» del proyecto parece ser, según cuentan, el ínclito Florentino Pérez, a la sazón presidente del Real Madrid y consumado "hombre de negocios". Los otros dos equipos españoles implicados son el Barça y el Atlético de Madrid. Si el proyecto sigue adelante, constituirán su propia liga. Resulta obvio que lo que hay tras la oferta de espectáculo global tiene un nombre muy concreto: dinero.

Lo más gracioso de todo son los infantiles argumentos «morales» aducidos, tanto por presuntas «personalidades» como por los sicofantes que se han posicionado en contra, probablemente con la habitual y desacomplejada simultaneidad con que estarán ya negociando la exclusiva en las futuribles retransmisiones. Se apela a la afición de los equipos modestos, que se verán humillados y descendidos fácticamente de categoría sin haberse movido, a sus sentimientos; a la mercantilización del fútbol base que esto comportará, a la meritocracia que ha permitido a equipos modestos ganarles ligas a los grandes, a la devaluación de las competiciones nacionales y, por último, la más estridentemente hilarante, a la adulteración del fútbol como deporte y su peyorativa conversión en espectáculo y en negocio... ¡Como si no lo hubiera sido hasta ahora!

Argumentos lacrimógenos y almibarados todos ellos. Hace muchos años que el fútbol profesional de competición es un espectáculo y un negocio plenamente incardinado en la lógica del mercado. No cuela, pues, que nadie se haya enterado ahora. Y lo único que están haciendo estos clubes poderosos es llevar esta lógica de mercado hasta sus últimas consecuencias. Institucionalmente hablando, el fútbol profesional ha estado regido mayoritariamente por advenedizos, por rufianes y por mafiosos –de medio pelo o de larga cabellera, según el caso-. Seguirlo llamando deporte es sencillamente grotesco, por más pasiones –más bien bajas con frecuencia- que mueva. No sé de qué se escandalizan estas almas de cántaro, es la siguiente fase del proceso, inherente a su propia dinámica, que ellos mismos han propiciado.

Si se está en el mercado se está a todas, no porque uno así lo quiera, sino porque va con estar en él. Y si se está en contra, también es a todas, no solo cuando no me va bien. Curiosa doble moral esta. No, aquí no valen argumentos pasionales ni apelaciones al honor deportivo; aquí lo que vale es el dinero. Y dada la catadura de los actores, para entender lo que está ocurriendo en el mundo del fútbol hay que recurrir al Padrino de Puzo-Coppola: no es nada personal, solo son negocios. Lo que se ha producido es una ruptura en la Famiglia, y todos sabemos lo que pasa cuando esto ocurre. Lo dicho, solo son negocios, nada personal...

A mí, personalmente, me la trae al pairo. Pero que no nos engañen tan burlescamente. Y si lo que preocupa es que con la europeización del fútbol decline su papel como factor de cohesión identitario, si es esto y es verdad que fuere a menguar, entonces, decididamente, adelante con la Super-liga europea. Como dijo Baroja, el carlismo se cura viajando.

dijous, 15 d’abril del 2021

VÍDEO DE LA PRESENTACIÓN DE 'EL FIN DE LA EDUCACIÓN'

 



Fue un placer compartir con Olga, Eva, Enrique, Alberto y Jorge las dos horas de esta primera presentación, que se me hicieron francamente cortas. 

dimarts, 13 d’abril del 2021

PRESENTACIÓN DEL FIN DE LA EDUCACIÓN

 




Mañana, 14 de abril, tendrá lugar el webinar de presentación de 'El fin de la educación'.  Trataremos sobre la educación y la problemática que el libro aborda con Enrique Galindo y Olga García -ambos prologuistas del libro junto a Carlos Fernández Liria-, y con Alberto Royo, Jorge Sánchez y Eva Serra, que presentará el acto. A todos ellos mi más sincero agradecimiento por su predisposición a participar en esta primera presentación, organizada por la Fundación Episteme, así como a Editorial AKAL por su colaboración. Seréis todos bienvenidos.

Para inscribirse, AQUÍ

dimarts, 6 d’abril del 2021

ENTREVISTA SOBRE 'EL FIN DE LA EDUCACIÓN'

 

Xavier Massó: «Educativamente estamos entrando en el esperpento»

Entrevista a Xavier Massó, autor del libro ‘El fin de la educación

 

Ante un panorama confuso de innovaciones pedagógicas Xavier Massó, expone con claridad en ′El fin de la Educación. La escuela que dejó de ser (Akal, 2021) los motivos que han transformado los sistemas educativos occidentales. Un ensayo que aporta una crítica filosófica, histórica, económica, cultural y social para desgranar el actual entramado educativo, a su juicio, cada vez más alejado del espíritu ilustrado que iluminó a Europa.

 

Eva Serra

Xavier Massó Aguadé (Tarragona, 1959), es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación y en Antropología Social y Cultural y Catedrático de Enseñanzas Secundarias por la especialidad de Filosofía. Actualmente es el secretario general del Sindicato de Profesores de Secundaria ASPEPC·SPS y presidente de la Fundació Episteme. Durante casi tres décadas dedicado al sector educativo, Massó participa en varios medios de comunicación de prensa escrita, radio y televisión, así como ponente en diversos foros educativos.

La entrevista completa AQUÍ