Sí, hoy, en plena jornada de
reflexión electoral, estoy con la mosca en la oreja. Verán, ya llevo unos días
así, de modo que voy a compartir con ustedes las razones de mi mosqueo y de
paso inquirirles por si les ha ocurrido lo mismo.
Resulta que en esta campaña
electoral se ha puesto de moda que muchos periódicos hayan incluido, en sus
ediciones digitales, una encuesta destinada a informarle a uno, a través de una
serie de preguntas con varios ítems de respuesta, de cuál es la formación
política con la que más coincide. Por ejemplo, le preguntan a uno qué piensa
del envío de tropas a Oriente Medio para luchar contra el Estado Islámico, y se
le ofrecen varias posibles respuestas, de acuerdo a lo que se supone que son
las propuestas de cada partido; o sobre la independencia de Cataluña –que si ni
hablar, que si sí incondicional, que si referéndum, que si federalismo…-
En algunos casos hay hasta más
de treinta preguntas. Pues bien, resulta que un servidor ha realizado cinco o
seis de estas encuestas, sin que haya obtenido dos resultados iguales. Siempre
me salía un partido distinto. Y ya podrán suponer que, si son cinco o seis
encuestas, me han salido prácticamente todos los partidos que concurren a las
elecciones. Y claro, esto mosquea. Porque uno no
respondió ligeramente a las preguntas, sino, créanme, a conciencia.
Pero es que la cosa no acaba
aquí. Verán. Sí, ya sabemos que la prensa es independiente y todo esto. Muy
bien. Pero sin que ello cuestione la independencia política que en tan alta
estima tienen, en aras a la libertad de información y a su veracidad y
objetividad, no es menos cierto que no hay medio que no cojee de alguna pierna.
Y resulta que, en cada caso, el partido al que me adjudicaban una mayor
afinidad resultaba ser aquél al que oficiosamente viene a ser afín el medio. Y
siempre el mismo, incluso cambiando respuestas a preguntas clave en sucesivos intentos.
Entrando, claro, desde otros sitios porque no te dejaban repetir. Se lo
aseguro, y les pongo un ejemplo. En uno de estos medios, conocido por sus
abiertas simpatías hacia la formación en el poder actualmente en Cataluña, había
una pregunta, ineludible, sobre la independencia. Daba igual contestar que jamais
de la vie, que mañana mismo o que largo me lo fiáis: indefectiblemente me
salía «Democràcia i Llibertat» como
partido, formación o lo que sea, al cual estoy más próximo. ¡Pasmao me he quedao!
Y así en el resto, en cada
caso con su correspondiente filiación, oficial u oficiosa. Me pregunto si a
alguno de ustedes le ha ocurrido lo mismo. ¿Comprenden ahora por qué estoy
mosqueado?
Da mucho miedo lo que dices. Afortunadamente, no rellené ninguna de esas encuestas. Un saludo.
ResponEliminaPues sí, es más que inquietante. Un saludo.
ResponElimina