La verdad es que atendiendo al
monto, lo de Monedero es insignificante comparado a los Gürthel, Bárcenas, Púnica,
Bankia, ERES andaluces, Pujol, Palau… Billeteros
de piel frente a monederos de bazar chino. Y sí, hay que reconocer que se está
incurriendo en unos niveles de sensacionalismo y manipulación que, al equipararlo
todo, lo que hacen en realidad los medios y el ministro Montoro es quitarse la
careta y demostrar lo gañanes que son en realidad. Aun así, no por ello deja de
haber en el caso Monedero aspectos más que inquietantes, tanto en lo referente
a ellos mismos como en lo que significan.
Porque, aunque comparado con
estos escándalos, Monedero aparezca más bien como un pringadillo, no es menos
cierto que, tratándose como se trata de unos cientos de miles de euros –que tampoco
son moco de pavo-, parece algo extraño que se le paguen estas cantidades a un
desconocido profesor universitario por unos informes sobre la unión monetaria
bolivariana. Sí, ya sé que alguien me podrá espetar que por qué Cristiano o
Messi pueden ganar millones con sus pies y no el Sr. Monedero con su cerebro. Y
transijo, olvídenlo; pero la realidad es la realidad. Por otro lado, no sé,
pero a uno se le antoja algo extraño que un informe sobre uniones monetarias se
le encargue a un politólogo en lugar de a un economista. Sí, ya sé lo que me
dirán y también transijo: la economía es una cosa demasiado seria para dejarla
en manos de los economistas. Retiro pues lo dicho, una vez más, entre otras cosas
porque tampoco tengo demasiado claro en qué consiste el saber de un politólogo.
Pero es que hay más cosas, y o
mucha torpeza o mucho que ocultar. Porque en sus explicaciones, siempre
corregidas sobre la marcha –otro error- Monedero no parece distinguirse en
mucho de la casta que tanto critica; y si las cantidades implicadas en su caso
son menores, acaso fuera porque no pudo trincar más. Reconozco que Monedero no
me cae muy bien, y que tiene una pinta de comisario político de la peor especie
que no puedo con ella –un capitán Araña, vamos, que como todo el mundo sabe, a
la gente embarca y se queda en España-, pero es que estos perfiles se le han
agudizado muy acusadamente en sus histriónicas apariciones públicas desde que
hizo la complementaria.
No tengo claro si lo de
Monedero es constitutivo de delito, falta o simplemente calumnia por parte de Montoro
y los medios. Ignoro si el cobro de encargos profesionales a través de una
sociedad está reservado a sociólogos, como el Sr. Arriola, o si también
Monedero puede acogerse a ello. E ignoro por qué apenas unas horas después de
tanta bravata, presenta una complementaria de cuatrocientos mil euros. Pero lo
que no se puede hacer es negar la mayor desde un primer momento y arrugarse
después, pretextando además persecuciones políticas contra su persona y su
organización, exactamente igual que los políticos de cualquier otra formación.
Porque la auténtica pregunta
es ¿No esperaba el Sr. Monedero que irían a por él? ¿Acaso no se imaginaba que
iban a buscarle hasta el color de los calzoncillos? Y el problema de verdad lo
tenemos en cualquiera de las dos posibles respuestas. Si no se lo imaginaba,
Monedero es un mediocre y no merece seguir dirigiendo nada. Y si se lo
imaginaba, entonces o se pasó de listo, o es un cínico. En cualquiera de ambos
casos no debería seguir teniendo responsabilidades políticas, si es que su
formación quiere llegar a algún sitio… Máxime si encima me he estado dedicando a ejercer de martillo de corruptos. Porque está claro que, de momento al
menos, el avance de PODEMOS se ha frenado. Y la razón se llama Monedero.
Es cierto que lo de este caballero o cualquiera de sus compañeros son migajas comparado con lo de PP o PSOE o los sindicatos mayoritarios, pero no es menos cierto que Podemos todavía no tienen acceso al poder y al dinero; a la vista de las cosillas que se les van encontrando ¿qué se puede esperar que hagan cuando tengan ese acceso?. Eso sí, lo harán por nuestro bien.
ResponEliminaHay una campaña contra Podemos. Ya. Recuerdo haber visto un millón de menciones en internet (anónimas, claro, los mismos que las hacían seguro que defendían los derechos de los LGBT...) a la supuesta homosexualidad de cierto dirigente pepero de no precisamente bajo nivel, o sobre el gusto en el vestir y la escasamente atractiva figura de las hijas de cierto dirigente socialista.
Desde luego, antes y después de lo de Monedero, creo que el voto a Podemos es de castigo, y que los partidos que hemos padecido se lo merecen. Los que no sé si nos merecemos que nos gobiernen quienes aceptan financiación no ya de Venezuela, sino de Irán, somos los ciudadanos.
No podría estar más de acuerdo, Bacon. Los partidos sí se merecen a PODEMOS como su Némesis, pero los ciudadanos...
ResponEliminaDe ahí que sea más positiva la existencia de Podemos que su posible acceso al poder. Lo primero no solo es bueno (en mi opinión) sino incluso divertido. Lo segundo tiene sus riesgos y bastante menos gracia.
ResponElimina¡Exacto! Ni más ni menos.
ResponEliminaDe acuerdo con ambos. Es lo mismo que el FN en Francia. Su ideología es odiosa, pero el hecho de que esté recogiendo votos obreros le tiene que decir algo al partido socialista. Los partidos de extrema derecha cuyo punto principal es la xenofobia deben hacer pensar que las políticas utópicas que han hecho los partidos de centroizquierda o centroderecha, cuyos dirigentes viven en zonas residenciales con vigilancia privada, o en los buenos barrios del centro, pueden no ser exactamente lo que necesitan los obreros que comparten las banlieus con inmigrantes que viven en precario y cuya integración es nula. A los que protestan de la "campaña contra Podemos" yo les preguntaría si el día que empiece a crecer aquí un partido tipo Le Pen van a querer que se haga campaña contra el mismo o no. Y a mi, repito, lo que menos me gusta de Podemos es su conexión con Irán, cuyo régimen hace lo que hace con sus ciudadanos. Y no me sirve que el régimen del Sha fuese detestable, que lo era, ni que EEUU sea muy criticable en su política exterior, que lo es; nada de eso justifica ni una teocracia ni tener a las mujeres reprimidas ni ahorcar a los homosexuales ni financiar el terrorismo, etc.
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