El 28 de marzo de 1935, el capitán de aviación e ingeniero aeronáutico Virgilio Leret registraba en Madrid la patente 137.729, con el nombre de mototurbocompresor de reacción continua. En otras palabras: un motor a reacción. El presidente Azaña dispuso que empezara a fabricarse. No pudo ser… El 18 de julio de 1936 el capitán Leret fue fusilado en Melilla por haberse mantenido leal a la República. Fue probablemente el primer ejecutado por los golpistas. La maldición del “¡Que inventen ellos!” se cumplía inexorablemente.
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