Como ya sabemos, cuando la realidad se degrada hace su aparición la farsa, y cuando esta deviene consubstancial a la realidad, surge el esperpento. Ya hemos entrado en él. Y el teatro donde se representa es el Parlamento de Cataluña.
No voy a ser yo quien salga aquí rompiendo una lanza en favor del Tribunal Constitucional. Doctores tiene la Iglesia y siempre lo mejor es no tener ruidos con el Santo Oficio. ¡Pero hombre! ¿Cómo se puede estar anunciando el desacato y al mismo tiempo apelar al desacatado? ¿Cómo debería llamársele a esto? Hasta hace poco, farsa; ahora ya esperpento.
Algunos quizá lo expliquen aduciendo que Cataluña es daliniana. La verdad, no sé si Cataluña fue alguna
vez daliniana. Y tampoco tengo nada claro que serlo fuera como para presumir de
ello. Lo que sí sé es que, a la vista de las últimas performances que nos ha brindado el agitprop independentista, cuya máxima figura es desde anteayer
presidenta del Parlament, con selfies incluidos, a lo que más se parece
esto es al ancestral putiferio español, cuyos referenes fundacionales encontraríamos en la corte de los milagros, en las charlotadas del bombero torero y
la banda del empastre, o en el teatro chino de Manolita Chen...
O en la dicotomía entre la puta i la
Ramoneta, que como es sabido por aquí, cuando hace de puta no es menos Ramoneta,
ni cuando hace de Ramoneta no por ello es menos puta, pero le gusta jugar a ser, a veces lo uno, a veces lo otro. La pasión de China Blue en versión Pitarra. Desde luego, lo que no habrá es ocasión de aburrirse.
No comprendo muy bien como puede ver putiferio donde hay la revolución democrática, civil y pacífica más hermosa de toda la historia europea. Creo que debería cambiar de registro y adherirse a ese estallido de la democracia en estado puro. A veces la historia en mayúsculas pasa por delante de uno y no somos capaces de apreciar los momentos que vivimos.
ResponEliminaEnternecedor. Consigue usted, camarada Molotov, que me sienta culpable de echarle agua al vino de sus ilusiones. Pero qué quiere... lo de los Reyes Magos ya pasó para mí. Dichoso usted, si no fuera por lo que no le diré, hasta le envidiaría.
ResponEliminaBueno, revolución hermosa pero de la mitad de Catalunya, no de toda camarada Molotov. Algo así también pasó con las revoluciones que usted y sus camaradas protagonziaron en su momento. El putiferio se puede ver cuando se hace pasar el voto del 48% del censo como el voto absolutamente mayoritario del pueblo catalán... A menos que el pueblo catalán sea coextensivo a aquellos que votan poor la independencia en cuyo caso no hay nada más que hablar. Dicho sea de buen rollo y sin acritud.
ResponElimina¿Putiferio o revolución? That is the question...
ResponElimina¿Y esa visión romántica (disfrazada de trascendente) de la independencia es la que cala? Madre mía...en eso tampoco os diferenciáis mucho del resto de españoles...
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