¿Y esa gente ahí qué pinta?
TVE dedicó hoy los primeros 23 minutos de los 40 de duración del Telediario del mediodía, prime time, al óbito de lo que quedaba de una británica que viaticó, entre otros muchos títulos nobiliarios, el del ducado de Alba. Un título que, por cierto, no la emparenta con el que figura en los manuales de Historia como Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, primer duque de Alba. Esas cosas se compran, como todo. Pero eso, aunque no, es ahora mismo lo de menos.
A mí, lo único que se me ocurre ante tanto folclorismo cutre, irredento y contumaz, es citar a la otra España; es citar al Poeta. A Don Antonio Machado, claro. Ahí va:
La
España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea
Parece, Xavier, que el que en El País le hace la elegía a la duquesa, te haya leído:
ResponElimina"Machadiana
Se volcó con las conmemoraciones en Sevilla de la Red de Ciudades Machadianas (todas las ciudades donde Machado vivió) que presidíamos. A pesar de su amor a la sangre de los toros y al humo de los altares, más que a los alamares las sedas y los oros, con nosotros parecía —como don Antonio— más de don Giner que de don Guido. Se la notaba muy a gusto con los que no éramos de su mundo y especialmente con aquella gauche divine local y universal que, antes y después de casarse con Aguirre, pasó en muchas ocasiones por aquellos patios donde madura el limonero. Eran, frente a los de la vieja y tahúr, zaragatera y triste, los de la España que alboreaba, la de la rabia y de la idea"
http://politica.elpais.com/politica/2014/11/19/actualidad/1416392268_051400.html
Y Martín López lo clava:
ResponEliminahttp://autoficcion.blogspot.com.es/2014/11/los-sustantivos-aguantan-los-adjetivos.html
Sí, he leído lo de "machadiana"... Muy propio de "El País", y por supuesto, no creo que se refirieran a un entierro de género políticamente correcto enmendado, como el que le dedicó Machado a Don Guido. Mejor descanse en paz... Esto es el Gran Teatro del Mundo calderoniano, o valleinclanesco, o de Torrente... En fin, mi querido Bacon, que, como decía el otro Machado, no somos "naide".
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